"Un mundo sin Superman.
Ese sí que es un desafío para el ingenio humano"


En 2006 "les enfants terribles" del cómic estadounidense, el guionista irlandés Garth Ennis y el dibujante estadounidense Darick Robertson, nos daban a conocer una serie muy diferente. The Boys se presentaba como una parodia satírica y tremendamente cínica de los cómics de superhéroes y de la industria. Una obra llena de violencia, sexo, tacos y pólemica de lo más gratuita, con constantes guiños a personajes y series del mainstream superheroico como el propio Superman, Batman, los X-men, Los Vengadores, La Liga de la Justicia y un largo etcétera. En esta historia los superhéroes son de todo menos figuras ejemplares y, al igual que cualquier ser humano corriente, están movidos por la codicia, el poder, las drogas y el sexo. La única diferencia es su coindición suprahumana que les permite creerse por encima del mundo humano por el que no parecen sentir ningún aprecio. En su número treinta y cuatro Darick Robertson nos sorprende con una portada que remite directamente a la realizada por Frank Quitely para el primer número de All Star Superman. El ideal que representaba ese Superman de la serie de Grant Morrison y Frank Quitely aquí se convierte en una aviesa figura, vestida con una ostentosa esvástica en su capa y un corte de pelo militar, que presencia indiferente la destrucción del mundo. Un homenaje lleno de ironía y malas vibraciones.
Ver también:
-All Star Superman de Grant Morrison y Frank Quitely-
-The Boys de Garth Ennis y Darick Robertson-
1 comentario:
Joer, pues es verdad. Mira que había visto las dos portadas decenas de veces, y no se me ocurrió hacer la evidente asociación. Muy bien apuntado. Por cierto, ambas portadas me parecen magníficas.
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