¡Atención posibilidad de spoilers más o menos reducida!
Cómos y porqués es el tomo final de Y, El último Hombre la mejor obra, por ahora, de Brian K. Vaughan dibujada por Pia Guerra. Y no decepciona porque en el tomo anterior ya había dejado claro su autor que lo importante de la serie no era el misterio que envolvía a la plaga que había dejado a Yorick Brown como el único espécimen de ser humano con el cromosoma "Y" del mundo sino el destino final y las decisiones de los propios personajes que nos han acompañado después de 60 números. Es decir, se confirma lo que ya sabiamos casi desde el primer número, que el cataclismo sólo era una excusa para contar una historia sobre personas. Y Brian K. Vaughan lo hace de una manera elegante, intima y sin caer en tópicos salvo los más inevitables. En este último tomo se pone toda la carne en el asador.
En este final de aventura veremos como Yorick Brown se reune por fin con su querida Beth, con la tremenda revelación que eso tendrá, y como el resto de personajes van confluyendo hacía un mismo sitio que no es otro que París. En este tomo apenas encontraremos acción -que haberla hayla- y ni falta que hace. Lo más importante de Y, El último hombre nunca fueron sus asombrosas escenas de acción de las que la Agente 355 siempre fue la protagonista, ni la potenciación de ese toque de ciencia ficción distópica que conlleva la historia o, como ya hemos dicho, el misterio que pudiese encerrar la plaga. Los últimos números de la serie, lejos de eso, sirven de reflexión a los propios personajes y están sembrados de largos y bien llevados diálogos, de emociones y sentimientos que están cargados con la mayor intención del mundo y de ninguna manera resulta arbitrarios.
En la primeras páginas de Cómos y porqués Brian K. Vaughan dedica un guiño a otro serie del sello Vertigo que no es otra que Predicador. Cierto gag de Yorick con un encendedor con el grabado Fuck Communism. Esto y las ya habituales referencias pop del personaje de Yorick, que siempre me ha recordado poderosamente una especie de Peter Parker, son los únicos elementos que aligeran de vez en cuando la enorme carga dramática del final de Y, El último hombre. Hay muertes, revelaciones y más de un giro emocional que desemboca en un epílogo situado 60 años después de la acción donde se nos presenta el mundo tal cuál ha evolucionado sin la presencia masculina. Al mismo tiempo se nos relata, mediente algunos flashbacks, retazos de la vida de Yorick Brown después de los acontecimientos sucedidos en París. En especial, uno de ellos, resulta altamente emotivo.
Después del largo camino con estos personajes llegar a la última página de esta historia nos hace esbozar una sonrisa melancólica. Sin duda Y, El último hombre es un cómic a tener en cuenta. Con una profundidad emocional patente y una carga social evidente que refuerza una historia de personajes sustentada por el dibujo, espectacular en su estilo, de Pia Guerra que sabe captar los matices y expresiones a la perfección, la obra de Brian K. Vaughan resalta por méritos propios. Mención a parte, en mi opinión, para el personaje de la Agente 355, esa mujer sin nombre, letal como nadie en el mundo y, sin embargo, tan humana. Esperemos que, en su labor como uno de los guionista de Perdidos, Brian K. Vaughan nos regale un final tan bueno y emotivo como este.
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