31 de julio de 2009

Cine Om -Arrástrame Al Infierno de Sam Raimi-


Christine tiene un buen trabajo,

un novio estupendo y un futuro brillante.

Pero en tres días,
conocerá el infierno.

¡Atención sin spoilers importantes que declarar!

S
am Raimi vuelve a sus orígenes con Arrástrame al Infierno. A aquellas películas de terror ochenteras de serie B que rodaba con medios limitados y junto a sus amigos de toda la vida en las que Bruce Campbell era siempre su actor fetiche. Aunque después de rodar tres entregas seguidas de la saga Spider-man, con resultados dispares pero siempre con enorme éxito en taquilla, y ejercer de productor de algunas películas del género por el que siempre ha tenido una especial predilección como son Boogeyman o El Grito es obvio que este no es exactamente el mismo Sam Raimi de antaño... aunque guarda cierto parecido y eso es bueno. Fue en 1981 cuando The Evil Dead (Posesión Infernal) y la posterior secuela o remake en 1987 de esta, según se mire, en las que Sam Raimi ejercia tanto de director como de guionista, la que acabaría catapultando al director estadounidense a lo más alto. Sus posteriores proyectos como director, que combinaba con su faceta de actor en pequeños papeles en películas como Muerte entre las Flores y Sangre Fresca, dejaron claro que poseía un estilo propio bastante marcado que se envidenciaba en películas como Darkman, Un Plan Sencillo y, por supuesto, El Ejército de las Tinieblas.

A esta última nos hemos de remitir para hablar de Arrástrame al Infierno (Drag Me To Hell) en donde volvemos a encontrar un producto de terror marca del director con su clásico humor negro en clave de parodia. En este tipo de productos Sam Raimi se esmera en crear atmósferas terroríficas y una estética sucesora de la serie B más mítica situando a sus personajes enfrentados a fuerzas malignas desconocidas que provocan situaciones a la par dramáticas e hilarantes. Sam Raimi es único a la hora de crear ese balance imposible que convierte sus comedias de terror en productos inmediatamente reconocibles como sólo otros directores como Tim Burton o Quentin Tarantino saben hacer. Arrástrame al Infierno es la historia de Christine Brown (Alison Lohman) una chica normal y corriente que trabaja en una oficina de prestamos de un banco y que tiene cierto complejo de inferioridad provocada por la posición social de los padres de su novio Clay Dalton (Justin Long) y su propio origen "campechano". Pendiente de un ascenso en su puesto de trabajo con el que pretende solucionar todos sus problemas de autoestima y dispuesta a impresionar a sus suegros y su jefe decide denegar la porroga de su hipoteca a la terrorífica, repulsiva y extremadamente anciana Mrs. Ganush (Lorna Raver). Debido a ello Mrs. Ganush pierde su casa y, como venganza, la anciana le lanza una maldición a Christine que se verá atormentada por el espíritu maligno de Lamia que en tres días pretende llevarse al infierno su alma.

Con esta sencilla historia Sam Raimi vuelve por los fueros que le dieron a conocer pero han cambiado muchas cosas desde entonces y el aire más comercial de esta película, pese a su revestimiento ochentero, y su visión menos transgresora respecto de aquellos primeros trabajos suyos convierte a Arrástrame al Infierno es una película para todos los públicos entretenida y sin muchas pretensiones. Disfrutable sobre todo por el particular estilo de su director que la convierte, a pesar de todo, en algo diferente a lo que el cine de terror actual nos tiene acostumbrados pese a la buena salud que se dice goza el género. Entre los actores principales destacan una casi desconocida Alison Lohman procedente de trabajos como Big Fish y Beowulf y Justin Long que después de haber participado en la última entrega de la Jungla de Cristal y haber aparecido en lo último de Kevin Smith en ¿Hacemos una Porno? empieza a ser cada vez más reconocido en Hollywood. Alison Lohman, como una version femenina del Ash Williams de Bruce Campbell, es especialmente "torturada" por Sam Raimi convirtiendo a su personaje en algo cercano a los de aquellas comedias de los años 90 en la línea de Esta Casa es una Ruina con Tom Hanks enfrentados a todo tipo de desastres que los llevan a situaciones casi surrealistas en su día a día. Mención especial para la actriz televisiva Lorna Raver que confecciona una Mrs. Ganush realmente extravagante y escatológica a la par que carismática y que se convierte en lo más llamativo de la película.

Arrástrame al Infierno es una película de unos escasos 99 minutos que no se hace en ningún momento pesada ni larga y que, en realidad, al contrario, nos deja con ganas de que Sam Raimi hubiese exprimido algo más la situación de partida que había planteado y que pierde algo de fuerza en su última parte aunque su final sea de los que queda en la retina por su plasticidad siendo muy propio del director de la saga Evil Dead. Todo los demás aspectos de la película Sam Raimi los demina de manera sútil y elegante lo que hace que, si bien no dejamos de estar ante un entretenimiento ligero, es fácil percibir en él las virtudes de este cineasta y la madurez que ha alcanzado detrás de la cámara. En todo caso este es el Sam Raimi que debería ser y en la dirección que debería seguir pero por lo visto su próximo proyecto será de nuevo otra secuela de la saga Spider-man, con la que pretende redimirse de lo visto en su última incursión con el personaje, y después iniciará los preparativos para adaptar al cine el popular videojuego World of Warcraft después de que se haya rumoreado mucho a lo largo de los años sobre posibles secuelas de Evil Dead pero sin que nunca se haya concretado nada.

29 de julio de 2009

-Johnny el Maniaco Homicida de Jhonen Vasquez-


"¿Por qué la gente es tan... desagradable? Sinceramente, ¡es tan difícil que te lleguen a importar tantas cosas sin tener antes las respuestas a algunas de las más fundamentales preguntas que arañan mi mente! ¿Cómo puede alguien respetar la existencia de algo, la gente en este caso, cuando ese algo parece desafiar al respeto? Hacen cosas triviales y encuentran diversión, hasta en la llamada "madurez", en el incesante maltrato de su propia especie"
Johnny El Maniaco Homicida, Jhonen Vasquez


En ocasiones, dentro del mundo del comic, nos podemos encontrar con productos ciertamente inclasificables, con un estilo propio muy alejado de lo convencional pero que resultan, quizás por eso mismo, muy llamativos. Lo más normal es que encontremos estos proyectos muy alejados del mainstream y que se trate de obras de autor o de corte underground donde la libertad creativa alejada de las grandes editoriales permite otros tipos de expresión. Una de las obras más bizarras y pertubadoras que podemos clasificar dentro de este grupo es, sin lugar a dudas, Johnny el Maniaco Homicida del autor estadounidense Jhonen Vasquez. Con un estilo caricaturesco de tintes góticos y trazo desgarbado a la vez que estilizado Jhonen Vasquez nos ofrece una visión existencial, macabra y plenamente enfermiza de la sociedad y de la vida en sí misma a través de tiras y viñetas llenas de un humor negro descarnado y un cinismo hiriente sobre un adorable asesino en serie adolescente con tendencias suicidas, Johnny, que intenta comprenderse a sí mismo entre asesinato y asesinato.

Un cómic muy ácido que, desde luego, no es aconsejable para estómagos sensibles y que por su estética puede recordar a algunos productos "burtonianos" y en el que se encuentran influencias, admitidas por el propio Jhonen Vasquez, de cineastas como el David Cronenberg de los 80 y 90 o David Lynch y autores como Frank Kafka o Lovecraft. Si el lector es capaz de sobreponerse al contenido más gore de Johnny el Maniaco Homicida encontrará una filosofía explícita con la que resulta muy fácil llegar a identificarse o empatizar y comprender que el cómic no es más que, como lo cataloga el mismo autor, "una diversión de un gusto cuestionable". En este plano se identifica con personajes de series actuales como Dexter en las que el protagonista, a pesar de no ser un héroe, se acaba ganando las simpatías del público. Es de alabar como Jhonen Vasquez es capaz a través de la sátira y del humor negro criticar las hipocresías de una sociedad como la nuestra y no quedarse simplemente en un producto vacio y pólemico porque sí. Esta intención esta clara cuando observamos las delirantes tiras de El Feliz Niño Fideo o los apuntes humorísticos del autor al margen de las viñetas, o dentro de ellas, que ayudan a digerir algunas escenas que pueden parecer bastante crudas.

En un riguroso blanco y negro esta obra, aún incompleta en nuestro país habiendo publicado tres tomos la editorial D Cómics, trata temas como la desestructuración familiar, la soledad, los tabús sociales, de los idiotas, estúpidos y todo tipo de "gusanos sociales" y, especialmente, sobre la violencia implícita de nuestra especie, que vemos reflejada en los medios, en la televisión y en el cine y a nuestro alrededor. El extraño dibujo de Jhonen Vasquez, a todo esto, encaja perfectamente con el tono del cómic, que aunque esquemático es a la vez detallado y no carente de su peculiar atractivo. De su trazo nacen personajes como Squee, la parte más inocente de la obra, el pequeño y asustadizo vecino de Johnny que "pesa menos que una hamburguesa con queso", ignorado por sus padres, y traumatizado con el hecho de poder ser abducido por extraterrestres. Este personaje tuvo su propio spin-off de la serie, llamada simplemente Squee!, llegando a estar nominada a los premios Eisner en 1998 en la categorías de Mejor Serie Nueva y Mejor Publicación de Humor. También, Devi "alias la que se escapó", otro de los personajes secundarios de Johnny el Maniaco Homicida, tendría su spin-off titulado I Feel Sick que ganó en el año 2000 el Internacional Horror Guild Award a la Mejor Narrativa Ilustrada. Otros personajes recurrentes del cómic son Tess, otra víctima de Johnny con suerte, a la que le gusta "ver como despedazan a novios que se convierten en ex-novios"; dos muñecos hechos de espuma expandida el Señor Joder y el Psico-Panadero, que representan las dos voces internas del personaje, y la terrorífica cabeza de conejo flotante que no es otra cosa que la voz de la razón del bueno de Johnny.
"Los comentarios ingeniosos han sido reemplazados por un traumatismo craneal masivo y hemorragia severa"
En cuanto a la estructura del cómic este, en sus primeros múneros, esta compuesto de tiras que varian en su extensión de entre una y varias páginas en las que se presentan diversas aventuras de Johnny sin conexión aparente pero con la aparición de algunos personajes y tramas recurrentes en los diferentes capítulos. Posteriormente la serie evolucionaría hasta una cierta continuidad con capítulos centrados en los porqués y la razón de ser del personaje principal pero sin olvidar, por otro lado, el factor autoconclusivo de la serie. En definitiva, Johnny el Maniaco Homicida es cómic que habla de cosas serias pero al que hay que saber no tomarse en serio a la hora de leer para poder disfrutarlo. Resulta una lectura extrema y enfermiza de la mente pertubada y la vez terroríficamente lúcida de Jhonen Vasquez pero es una divertida propuesta sin complejos y sin mesura y eso, en ocasiones, sienta muy bien. Johnny el Maniaco Homicida es una bofetada en toda la cara a los convencionalismos y los tópicos y Jhonen Vasquez es un autor a tener en cuenta -aunque no para seguir muy de cerca por si acaso- que ha demostrado ya su acierto en otros campos como el de la televisión con una serie de dibujos ya de culto como es Invasor Zim.

21 de julio de 2009

Reflexiones y Citas "Extraordinarias"

"Nunca saldría con una chica que fuera bisexual, porque eso significaría que también se ha acostado con hombres, y los hombres son tan sucios que nunca me acostaría con una chica que se hubiese acostado con un hombre. No soy lesbiana, sólo creo que todos los humanos nacen con la habilidad de sentirse atraídos por ambos sexos"

Megan Fox actriz de la saga Transformers

12 de julio de 2009

-Joker de Brian Azzarello y Lee Bermejo-

"Ignoro los detalles,
por qué motivos,
pero iban a hacerlo...

...iban a soltar al Joker
del Hospital Psiquiátrico
de Arkham..."

U
n personaje como el Joker, con casi 70 años de historia, ha dado para muchisimas historias, para gran cantidad de viñetas y muchas interpretaciones diferentes. Fue en 2006 cuando Brian Azzarello y Lee Bermejo, después de colaborar juntos en Lex Luthor: Hombre de Acero, decidieron repetir la jugada y ofrecer su visión sobre el más mortal enemigo de Batman después de hacer lo propio con el citado megalómano enemigo de Superman. Este proyecto resultó en una miniserie de 128 páginas que recibió el escueto título de Joker y que recientemente ha publicado Planeta de Agostini en nuestro país. La curiosidad es que este cómic tiene ciertas semejanzas con el Joker interpretado por Heath Ledger en El Caballero Oscuro de Christopher Nolan tanto en su definición psicológica como en su estética. Los autores han asegurado que esto se debe a una simple casualidad, aún cuando hay viñetas que incluso parecen estar inspiradas en el propio Heath Ledger, ya que cuando empezaron con la historia ni tan siquiera se sabía aún quién iba a interpretar al personaje en la secuela de Batman Begins así que es posible que, de hecho, ellos fueran los que inspirasen el Joker de El Caballero Oscuro.

Con su habitual trasfondo de novela negra Brian Azzarello nos cuenta la historia de un maleante de poca monta, Jonny Frost, que se acabará convirtiendo en el secuaz del Joker despues de salir este del Hospital Psiquiátrico de Arkham. El Joker volverá a las calles para intentar recuperar lo que es suyo ya que en su ausencia su imperio se ha visto dividido entre sus cómplices y rivales entre los cuales Dos Caras es la mayor amenaza. En el camino se cruzará con personajes clásicos de las historias de Batman como Killer Croc, el Pingüino, Harley Quinn, el mencionado Dos Caras, El Acertijo o el propio Batman. Todos ellos bajo la personal interpretación de los lápices de Lee Bermejo que, con su habitual estilo, retrata a unos personajes oscuros y más mundanos de lo habitual. En algunos casos su visión es interesante como esa Harley Quinn "erótico-festiva" y parca de palabras o su humanizado y a la vez brutal Killer Croc. En otros casos, como el del Pingüino o, especialmente, El Acertijo, su diseño resulta feucho y poco atractivo. Curioso es también, a todo esto, como este Acertijo parece inspirado en Johnny Depp como si los autores se hubiesen hecho eco de los constantes rumores que lo citan para interpretar al famoso villano en la próxima película de Batman.

La historia en sí misma es muy diferente a lo que en su momento Brian Azzarello y Lee Bermejo hicieron con Lex Luthor a pesar de reconocer el peculiar estilo de ambos artistas en las dos obras. En el caso del archienemigo de Superman el tratamiento en primera persona dio como resultado una historia que analizaba con acierto la psicología del personaje a la vez que realizaba una interpretación muy interesante sobre la figura de Superman definiendo su relación con Lex Luthor y con el mundo a través de ideas, de gran calado filosófico e, incluso, mitológico. En Joker el tratamiento es muy diferente debido a que, como bien supo ver Brian Azzarello, ese mismo planteamiento no hubiese funcionado con el payaso diabólico. Lo que hace interesante al personaje es su carencia de racionalidad y su imprevisibilidad y, por lo tanto, "si estás en su cabeza, el personaje deja de ser impredecible" como expresó Brian Azzarello sobre esta cuestión. De esta manera, el Joker que confecciona el guionista estadounidense, es un personaje grotesco y oscuro, claramente bipolar y desquiciado, que se mueve como pez en el agua entre los suburbios de Gotham y que es temido y respetado incluso por sus peores enemigos. Además tiene una capacidad de análisis para conocer las reacciones humanas que parece entroncar con la teoría de la "superconsciencia" que en su momento planteó Grant Morrison en Arkham Asylum.

La historia, por ello, no tiene la profundidad de Lex Luthor: Hombre de Acero pero es un relato contado con buen oficio, con un final abierto perturbador, donde la presencia de Batman es casi anécdotica pero, a pesar de ello, sobrevuela todas las páginas del cómic por la peculiar atmósfera que crea el cómic. Es una interpretación del personaje que se sirve del potencial que este tiene para reinventarse pues como el propio Brian Azzarello ha apuntado "la fuerza que tiene el personaje es que no ha habido un Joker definitivo, y eso es lo que hace que algunos de estos personajes sean tan importantes, el hecho de volver sobre ellos y contar siempre algo nuevo”. Este Joker es, posiblemente, la interpretación que veremos a partir de ahora en las páginas de los cómics después del éxito de El Caballero Oscuro. Una visión más "realista" que ya ha tocado en algunos aspectos Grant Morrison tanto en su última etapa en la serie regular de Batman como en aquel retablo de personalidades dementes que fue su Arkham Asylum junto a Dave McKean que ya hemos mencionado anteriormente. Y es que pese a la breve aparición y relevancia en la trama del Joker en Arkham Asylum es, junto a La Broma Asesina de Alan Moore y Brian Bolland, las dos obras que con más acierto y talento han explorado e interpretado la figura de este villano. La visión de Brian Azzarello en comparación se queda a medio camino, a pesar de ser más cruda en ciertos aspectos, pero al menos es una buena historia sobre el personaje.

Artículos relacionados:

La Broma Asesina -La Sonrisa de El Caballero Oscuro-
Lex Luthor: Hombre de Acero en Las Arenas de Marte

10 de julio de 2009

Cine Om -Transformers II La Venganza de los Caídos de Michael Bay-

¡Atención posibilidad de spoilers puramente anecdótica!
Para ir a ver una película de Michael Bay, normalmente, es mejor ir con pocas expectativas pues sabemos que sus producciones suelen estar llenas de tópicos, chistes malos y un gran despliege de fuerzas del ejército de los Estados Unidos con su habitual exacerbado sentimiento patriótico que los hace, aún en la época de Obama, seguir creyéndose la policia del mundo. Su cine espectáculo nos ha proporcionado, en ocasiones, buenos y ligeros entretenimientos como esa obra atípica en su filmografía que fue La Isla, esa interesante película de acción con Nicolas Cage y Sean Connery que fue La Roca o la segunda parte de Dos Policias Rebeldes. En el otro lado, lo peor de su cine, con todos sus defectos a flor de piel, está representado por productos como Pearl Harbour y Transformers. Una película, esta última, donde Michael Bay ya se deshizo de todas las pretensiones cinematográficas que pudiese atesorar, dolido por el fracaso en taquilla de La Isla, dando como resultado una película vacía y estúpida por todos lados con una acción caótica, personajes sobreactuados y un guión inexistente. Dicho esto, como decimos, la falta de expectativas es lo mejor para afrontar este tipo de películas y Transformers II: La Venganza de los Caídos, que resulta un calco de la primera parte en la mayoria de aspectos, puede resultar como simple entretenimiento si uno consigue desconectar todas sus neuronas y tomarla con humor.

No obstante estamos ante una película con muchos momentos que hacen sentir cierta vergüenza ajena, como pasaba en su primera parte, y que no logran, ni mucho menos, desprendernos de la idea de que este producto esta destinado a "adolescentes pajilleros" a pesar de lo infantil de gran parte del metraje. Una Megan Fox que simplemente actua de florero en toda la trama, donde apenas se molesta en no ser ella misma, es la mejor prueba de ello. La trama esta plagada de escenas absurdas que no vienen a cuento y que sólo tienen como objetivo hacer que luzca palmito de la forma más descarada y burda. Su importancia dentro de la historia es nula y totalmente prescindible como lo es también la reiterada inclusión de los padres del protagonista en escenas familiares que sólo producen sonrojo y no aportan nada a la historia. A pesar de ello este humor facilón e "inocente" funciona en algunos momentos que destacan sobre todo por el simpático histrionismo de Shia Labeouf y el insulso y tópico, pero gracioso, personaje "freaky" interpretado por Ramón Rodriguez. Mientras John Turturro continua igual de desatado en esta segunda parte y entre la cuota habitual de militares que encontramos en las películas de Michael Bay están presentes de nuevo unos anodinos pero efectivos Josh Duhamel y Tyresse Gibson. Llamativo es, por otro lado, ese Optimus Prime que, aún siendo el héroe de la película, es capaz de rematar a un enemigo caído en el suelo o comportarse como una auténtica bestia en el campo de batalla.

En relación al guión este resulta una copia casi exacta de la primera parte donde el personaje de Shia Labeouf se vuelve a encontrar en problemas sin haberlos buscado como un John McClane cualquiera. En este caso, la diferencia, son un mayor números de robots en pantalla, un mayor número de escenas en el desierto como si del anime de Dragon Ball se tratase y un malo malisimo que responde al nombre de The Fallen. Las escenas de acción, aún habiéndose moderado un poco, siguen siendo bastante caóticas y entre todo ese amasijo que conforman los robots de Michael Bay sólo destacan por brillo propio Optimus Prime y Bumblebee y esos nuevos gemelos robóticos, por momentos insufribles, añadidos al reparto virtual. Este tipo de acción que se hace hoy en día, completamente por ordenador y con la relantización como arma, convierten estás escenas en un simple videojuego. El problema con los videojuegos es que están bien para participar pero estar mirando mientras otros juegan resulta aburrido. De ahí que la película funcione mejor en ciertos aspectos cómicos que como cinta de acción al uso. Pero es algo que dado el concepto de la películas y sus protagonistas, unos juguetes en origen, es difícil de evitar pese a que, si una cosa ha demostrado Michael Bay, es que era capaz de plantear buenas escenas de acción, casi a la antigua usanza, como fueron las mencionadas ya Dos Policias Rebeldes II o La Roca entre otras.

La película contiene varios homenajes al cine más palomitero de Steven Spielberg como es esa escena, en sus momentos iniciales, en la cuál asistimos a una version robotizada de los entrañables Gremlins de Joe Dante de la cuál fue productor ejecutivo el director de Tiburón en su momento. Otras escenas, por otro lado, ya en la parte final de la historia ambientada en gran medida en Egipto, recuerdan ciertos momentos de las películas de Indiana Jones como es hecho de la simple inclusión del Templo de Petra. También se puede encontrar en la película un supuesto "cameo" de R2D2, el famoso robot de La Guerra de las Galaxias, en algún momento de las escenas en el desierto como aseguro el supervisor de efectos especiales Scott Farrar que ha colaborado en algunas películas de la hexalogía de George Lucas. El problema es que las escenas del desierto en la película son un 70% del metraje y entre tanta "basura espacial" es difícil distinguir algo. En todo caso, estos pequeños homenajes o cameos, son de lo mejor de la película y siempre son curiosidades que se agradecen sobre todo si se hacen bien.

En definitiva, Transformers II, es un delirio de efectos especiales con poca consistencia más allá de ello pero un producto entretenido si uno no se lo toma en serio y que se olvida después de un rato de haber salido del cine. Si Michael Bay limase algunos de los defectos de la saga como son las escenas gratuitas de algunos de sus personajes, simplemente innecesarios, y plantease las escenas de acción de otra manera, prescindiendo en el camino de algunos chistes malos a ser posible, el producto mejoraría notablemente. En todo caso la película ya no puede llevar a engaño a nadie pues las directrices de la que ya es la nueva saga de Hollywood quedaron de sobras establecidas en su primera parte y su recaudación en taquilla asegura nuevas continuaciones y secuelas hasta que el cuerpo aguante. Transformers II en su disputa "personal" con Terminator Salvation se anota un tanto en este aspecto aunque la película protagonizada por Christian Bale, a pesar de sus defectos e irregular resultado, sea mejor película en términos generales.

Ver también:

El Octavo Samurai - Transformers


3 de julio de 2009

Reflexiones y Citas "Extraordinarias"

"Recibimos amenazas de muerte. Tres mil cartas de odio y tres amenazas de muerte. O dos. Dos amenazas y media. Porque una se retractava al final . "Te voy a matar. Bueno quizá no..."
Kevin Smith hablando sobre Dogma en An Evening With Kevin Smith