28 de abril de 2010

-Capitán América: Renacimiento de Ed Brubaker y Brian Hitch-


La idea original de Ed Brubaker era, en un principio, no alargar la muerte de Steve Rogers más allá de algunos números pero los acontecimientos, la oportunidad que suponía Civil War para dejar huella y algunas sugerencias editoriales le llevaron a trastocar su planteamiento inicial convirtiendo la muerte del Capitán América en toda una larga epopeya a consecuencia de la cual el guionista ha perdido mucho de la frescura y la fuerza de sus primeros números en la serie. En todo este tiempo Ed Brubaker, casi siempre escoltado a los lápices por su fiel escudero Steve Epting, ha jugado una partida de ajedrez sobre el charco de sangre dejado por el Capitán América con el sorprendente beneplácito de la crítica y los seguidores marvelitas. Con buen criterio, aunque con un tono tedioso y reiterativo en ocasiones, ha ido gestando, antes incluso de la susodicha muerte de Steve Rogers, el regreso del Centinela de la Libertad a la primera línea de fuego. Sea como sea era cuestión de tiempo que Steve Rogers, el que siempre ha sido y será el Capitán América original a pesar del gran sustituto que resulta Bucky Barnes, regresase de entre los muertos. Más aún si tenemos en cuenta la inminente película que sobre el personaje prepara el director Joe Johnston para el próximo año, The First Avenger: Captain America, con Chris Evans enfundado en traje de barras y estrellas y Hugo Weaving encarnando al terrible Cráneo Rojo, que, sin duda, tendrá sus repercusiones en la serie regular de Marvel en un futuro.

Capitán América: Renacimiento es la historia que ha servido de vehículo a Ed Brubaker para devolver a Steve Rogers al centro del huracán. Sharon Carter acaba de recuperar los recuerdos de los experimentos a los que había sido sometida por Arnim Zola y el Dr. Fausto bajo los designios del siempre peligroso Cráneo Rojo descubriendo que el destino de Steve Rogers podría haber sido peor que la misma muerte. Sharon Carter se confiesa con Bucky Barnes que enseguida se dispone a descubrir el paradero de su compañero de armas con la ayuda de Los Nuevos Vengadores y la Viuda Negra se lanza a una búsqueda en la que hay muchos intereses en juego. En su contra tendrán que lidiar no sólo contra los planes del archienemigo por excelencia de Steve Rogers sino también con sus secuaces, Calavera y Pecado, y con la oposición de Norman Osborn que pondrá los recursos de la H.A.M.M.E.R., con sus Vengadores Oscuros y sus Thunderbolts al frente, a disposición de los peores enemigos de Estados Unidos. Mientras, el Capitán América, deambula perdido en el tiempo reviviendo una y otra vez momentos de su vida pasada que tantas veces había intentado olvidar sin saber que Cráneo Rojo tiene planes para él...


Explica Ed Brubaker que en su niñez descubrió un libro que le impresionó especialmente y que le sirvió de inspiración a la hora de abordar la tarea de Capitán América: Renacimiento. La obra en cuestión, publicada en 1969, es Matadero Cinco de Kurt Vonnegut, una novela antibélica de ciencia ficción y "ficción autobiográfica" en la que un soldado estadounidense, Billy Pilgrim, apresado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial entra en contacto con unos seres extraterrestres llamados trafalmadorianos que son capaces de concebir el tiempo en cuatro dimensiones. El protagonista, sin control alguno sobre su voluntad, se verá obligado a revivir y descubrir sucesos enmarcados en su pasado y en su futuro viajando adelante y atrás en el tiempo una y otra vez. La novela de Kurt Vonnegut fue adaptada al cine en 1972 por el director George Roy Hill consiguendo un gran reconocimiento de la crítica que le llevarían a ganar el Premio Hugo y el Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes de ese mismo año. La historia parece haber inspirado también al episodio La Constante de la serie Perdidos creada por Jeffrey Lieber, J.J. Abrams y Damon Lindelof, en el que uno de los personajes principales, Desmond Hume (también con pasado militar), padece una "enfermedad temporal" similar a la que aqueja al protagonista de Matadero Cinco y a la del propio Steve Rogers en Capitán América: Renacimiento.

Ed Brubaker, en este aspecto, se declara seguidor de la famosa serie estadounidense de ciencia ficción aunque niega, pese a algunas similitudes destacadas más relacionadas con esta que con la novela de Kurt Vonnegut, que haya sido un referente a la hora de abordar la historia que tenía entre manos. No obstante, si tenemos en cuenta también como Grant Morrison se encuentra embarcado en una historia de tintes muy similares en la serie regular actual de Batman, es difícil no encontrar un origen, aunque sea en el inconsciente colectivo, a la proliferación de este tipo de historias temporales de marcado carácter psicológico dentro del cómic mainstream tan poco dado a ello que suele plasmar una visión más frívola sobre los viajes en el tiempo. Sea como sea Ed Brubaker en Capitán América: Renacimiento nos sirve una historia con su habitual sello de calidad aunque se evidencia una cierta ligereza argumental menos propia del autor y más usual en este tipo de crossovers y eventos. El guionista estadounidense sabe lidiar con la actualidad del Universo Marvel y ofrecer a todos los personajes invitados, entre los que también se encuentran Namor o Los Cuatro Fantásticos, su particular momento de gloria aunque sea en detrimento de otros personajes más habituales de las páginas del Capitán América desde que el guionista llegó a la serie como son El Halcón o Calavera y Pecado.


En el aspecto gráfico de Capitán América: Renacimiento encontramos a Bryan Hitch, acompañado de Butch Guice encargado de ayudarle a cumplir con los plazos de entrega, y sustituyendo ambos a Steve Epting, el dibujante regular de la serie, esta vez demasiado ocupado con otros trabajos como El Proyecto Marvels, también con Ed Brubaker, como para hacerse cargo de la historia. Bryan Hicth cumple con su cometido ofreciendo una aspecto más detallado y espectacular que el ofrecido habitualmente por Steve Epting, que brilló especialmente en los primeros números del Capitán América pero que ha menguado en intensidad progresivamente desde entonces, siendo Butch Guice un gran apoyo para sus lápices que parecen darle otra dimensión a su dibujo. En contra, no obstante, Bryan Hitch evidencia una narrativa mucho menos lograda que la de Steve Epting más acostumbrado a los guiones de Ed Brubaker. El tono que le da a la serie Bryan Hitch se acerca bastante al que pudimos observar en su momento en The Ultimates junto a Mark Millar e incluso encontramos algún homenaje a esta obra cuando vemos al Capitán América vistiendo en las primeras páginas del cómic una versión de su uniforme clásico muy parecida a la que se nos presento en su momento en la serie de la línea Ultimate Marvel.


En conclusión, y siempre teniendo en cuenta el nivel por encima de la media de la serie respecto al resto de publicaciones de Marvel, la resolución de Capitán América: Renacimiento deja una sensación agridulce una vez leída pues somos conscientes de lo realmente rocambolesca y absurda que puede resultar en ciertos aspectos la historia que nos ha estado contado Ed Brubaker desde la muerte de Steve Rogers. Esto deja entrever cierta debilidad argumental que se ha hecho palpable a media que se alargaba en exceso la idea original que tenía en mente el guionista lo que provoca, por ejemplo, que no se pueda tomar en serio el plan orquestado por Cráneo Rojo para derrotar definitivamente al Capitán América. Si somos capaces de autoengañarnos, siendo conscientes que al fin y al cabo Ed Brubaker nos está contando una historia de superhéroes al uso a pesar de su corte de género negro, entonces podremos seguir disfrutando de la historia y de lo que esta por venir. El guionista de Criminal y Sleeper ya ha demostrado su predilección por la serie que lleva guionizando desde 2005 asegurando que no piensa abandonarla a no ser que le obliguen a ello y pese a ciertos signos de agotamiento sigue siendo de lo mejor que se puede encontrar en la Marvel actual. Después de Capitán América: Renacimiento se abre un nuevo capítulo, las piezas vuelven a estar sobre la mesa en posición de salida y la cuestión será ver el próximo movimiento de Ed Brubaker y comprobar si es capaz de volvernos a dejar en jaque.


Ver también:

-Capitán América de Ed Brubaker- La Balada de Steve Rogers-
Daredevil -Guionistas sin Miedo (I)-
Daredevil -Guionistas sin Miedo (II)-



21 de abril de 2010

Entre Viñetas -Los Eternos y Los Arqueólogos de lo Imposible-


"Es un mundo extraño
Conservémoslo así."

En Entre Viñetas al igual que los Arqueólogos de lo Imposible ideados por Warren Ellis y John Cassaday en la serie Planetary, intentaremos rastrear pequeñas curiosidades, grandes momentos y coincidencias improbables que nos puede ofrecer el basto mundo de la viñeta que nos rodea. De manera que parece lógico que está primera entrega de Entre Viñetas -siendo el expediente número cuatro de The Big Freak-Effect Theory: La Convención de Asesinos de Alan Moore y Neil Gaiman nuestro personal número cero- este protagonizada en gran parte por Planetary, una obra que resulta toda un compendio de la cultura del siglo XX vista desde un cómic de ciencia-ficción (a falta de una definición mejor).


-Imagen de John Cassaday de Estar En Inglaterra En Verano, el séptimo capítulo de la serie Planetary de Warren Ellis con numerosos guiños a obras y personajes de algunos guionistas y autores británicos como Alan Moore, Grant Morrison o Neil Gaiman.-

-Imagen de Mike Dringenberg en El Son de Sus Alas,
capítulo primero del arco argumental La Casa de Muñecas de la serie
The Sandman de Neil Gaiman recordado por ser la presentación en sociedad de Muerte, la adorable hermana de Morpheo.-


John Cassaday nos presenta en el número siete de Planetary a una chica pelirroja y a un desgarbado chico vestido de oscuro sentados en el banco de un parque mientras de fondo se alejan Elijah Snow, Jakita Wagner y The Drummer. Al fijarnos mejor en estos dos personajes nos damos cuenta de que el chico esta dando de comer a las palomas y la chica lleva un pequeño Anj al cuello lo que nos permite identificarlos con Sueño y Muerte de Los Eternos. Por lo que podemos decir que el guiño perpetrado por Warren Ellis y John Cassaday va un poco más allá pues dicha escena concreta es uno de momentos míticos que Mike Dringenberg dibujó en The Sandman en el mencionado capítulo El Son de Sus Alas (donde aparecía por primera vez la hermana mayor de El Dador de Formas como ya hemos dicho). En la escena dibujada por John Cassaday vemos como The Drummer, personaje inspirado físicamente en el propio artista, se queda mirando a ambos personajes mientras se aleja de ellos y estos permanecen en un primer plano. Esta resulta una pequeña pista adicional sobre la identidad de los dos chicos que The Drummer puede conocer al ser el altergeo del dibujante y quizá por los poderes propios del personaje. El guiño se completa con la portada de este número séptimo de Planetary que es todo un homenaje a las maravillosas portadas que Dave McKean realizó para la serie creada por Neil Gaiman. Aunque este es sólo uno de los muchísimos homenajes y guiños, de todo tipo y condición, que podemos encontrar en este número en particular de Planetary y en la serie de Warren Ellis y John Cassaday en general.


20 de abril de 2010

-Green Arrow de Kevin Smith y Phil Hester-


Green Arrow siempre ha sido un superhéroe de segunda dentro del catálogo DC donde personajes como Superman, Green Lantern, Batman o Wonder Woman son los estándares por los que se rigen el resto de personajes de la editorial. Green Arrow fue creado por Mort Weisinger y Greg Papp en 1941, como si de una versión alternativa y actualizada del mítico Robin Hood se tratase, en un intento de emulación del éxito del Batman de Bill Finger y Bob Kane. Este intento de emulación les llevó a copiar más de un elemento propio del famoso cruzado enmascarado -Green Arrow tenía su propia cueva como refugio, su propia señal luminosa y a Speedy su particular Robin- y no fue hasta la década de los años 60 del pasado siglo cuando Oliver Queen se empezó a labrar una personalidad propia que le llevarían desde sus orígenes como playboy entregado a la causa a convertirse en un reaccionario defensor de los derechos civiles apara acabar retratado como el héroe de pensamiento anarcosindicalista y activista político actual. En ello tuvieron mucho que ver el tándem formado por Dennis O'Neil y Neal Adams que redifinieron al personaje tomando como ejemplo al Ojo de Halcón de Marvel que había sabido hasta entonces evolucionar mejor que Oliver Queen a pesar de ser posterior a este. Green Arrow acabaría encajando a golpes dentro del Universo DC sobre todo a raíz de sus aventuras en conjunto con Hal Jordan el Green Lantern del momento.


Posteriormente, en la etapa de Mike Grell como guionista de la serie, se intentó imprimir un mayor realismo al personaje alejandolo de los clichés que le había acompañado desde sus orígenes, lo que desembocó en la muerte de Oliver Queen que a la postre sería sustituido por su propio hijo, Conner Hawke, convirtiéndose en el segundo Green Arrow hasta la fecha. Fue en 2001 cuando el cineasta Kevin Smith, después de haber filmado Jay y Bob el Silencioso Contraatacan, se haría cargo de la nueva serie de Green Arrow a la que DC pretendía darle un pequeño empujón apostando en este caso por un guionista con bastante tirón dentro del fandom que fuese capaz de relanzar al personaje. Kevin Smith, con el beneplácito de la editorial, decidió traer de vuelta a Oliver Queen a la actualidad del Universo DC y para ello recurriría a la mejor encarnación que había tenido el superhéroe como inspiración: la de Dennis O'Neil y Neal Adams. Kevin Smith permanecería un total de quince números en la serie, que comprendían la extensa saga Carcaj, ofreciendo, por otro lado, una breve pero interesante etapa junto a los lápices de un siempre atractivo Phil Hester. Kevin Smith se trajó consigo su humor generacional y sus diálogos frescos y llenos de ironía que encajan a la perfección con un personaje como Green Arrow. Al mismo tiempo el nuevo guionista del arquero esmeralda combinaba su trabajo en DC con los primeros números de la miniserie de Spider-man y La Gata Negra para Marvel que llevaba por título El Mal Que Hacen Los Hombres y que pronto quedaría parada debido a otros compromisos hasta su conclusión en tiempos más recientes.


Volviendo a Green Arrow es de destacar el hecho que el director de Clerks, lejos de limitarse a traer de vuelta al personaje de entre los muertos sin más, se molestase en ofrecernos algunas respuestas y que se sirviese del grueso de la mitología del Universo DC y de su extensa galería de personajes para crear todo una epopeya entorno a la resurrección de Oliver Queen. Carcaj está plagado de apariciones estelares como las del demonio Etrigan, Deadman, Superman, Batman, Hawkman (hilarante la relación que sostendrán estos dos últimos con el renacido Green Arrow), El Espectro (que por entonces estaba unido a Hal Jordan) o, por supuesto, Canario Negro o Conner Hawk. Incluso podremos ver como Kevin Smith relaciona parte de la trama de su historia con algunos sucesos ocurridos en la serie The Sandman de Neil Gaiman que, casi en forma de guiño, nos permiten esbozar alguna sonrisa. Kevin Smith aprovecha para dar a cada personaje sus 15 minutos de fama y pone punto fuerte de su historia en las relaciones de Oliver Queen con sus amigos, sus compañeros, con su redescubierto hijo o con su amada Canario Negro y lo hace de una manera lógica y emotiva, sin evitar el conflicto, formando un puzzle de personalidades encontradas en las que el héroe se deberá que enfrentar a todos los asuntos pendientes que dejó abiertos con su muerte.

Kevin Smith nos ofrece una visión del mundo de Green Arrow en profundidad alejándose del inmovilismo o el maniqueismo en que podrían caer otros autores. Su forma de caracterizar tanto a héroes como villanos puede asemejarse a la utilizada por Geoff Johns y, al igual que él, el alterego de Bob el Silencioso sabe dosificar la acción en su justa medida para ofrecernos algo más que un simple cómic de superhéroes al uso. Aún así no todo son virtudes en el Green Arrow de Kevin Smith que adolece en ocasiones de un ritmo irregular que lastra parte del tono intimista de la historia pese al conocimiento que demuestra el autor sobre el cómic de superhéroes en general y su dominio del perfil psicológico en lo particular. Después de abordar el regreso de Oliver Queen el guionista de New Jersey se enfrenta al reto de crear un nuevo villano de entidad para un personaje que, como indica el propio guionista, carece de “galería de villanos porque él mismo es su peor enemigo". En El Sonido de la Violencia, el siguiente y último arco argumental de la etapa de Kevin Smith en Green Arrow, encontramos la primera aparición de Onomatopeya personaje que recuperará posteriormente en Batman: Cacophony. Kevin Smith crea una némesis a la altura para el bueno de Oliver Queen y la historia supone un buen punto y final a su etapa en la serie.

Phil Hester realiza, por su parte, un estupendo trabajo en su acercamiento al arquero defensor de Star City y se convierte en un gran apoyo para la narrativa de Kevin Smith sabiendo adaptarse perfectamente tanto a los momentos de tensión emocional como a la acción superheroica más clásica que, no obstante, no supone el centro de la trama. Phil Hester utiliza un trazo desgarbado, indefinido, pero con una gran definición en los planos cortos que consigue humanizar y hacer creíbles a sus personajes a la vez que no permite que pierdan su estela mítica que todo personaje fantástico debe proyectar. De esta manera, el camino que con esta serie abrieron Kevin Smith y Phil Hester, fue la que se siguió explorando posteriormente y para ello DC recurría al novelista Brad Meltzer, autor de El Décimo Juez o El Libro del Destino, que nos ofrecería una breve pero interesante etapa en la que se sigue profundizando en la psique de Oliver Queen. En La Búsqueda del Arquero el guionista nos entrega una historia sencilla pero reveladora que sentará las bases para el posterior evento Crisis de Identidad de DC que el propio Brad Meltzer se encargaría de escribir. Coincidiendo con el pasado 27º Salón del Cómic de Barcelona del año pasado Planeta de Agostini pusó a la venta un tomo recopilatorio con las etapas completas de Kevin Smith y Brad Meltzer en Green Arrow que, en este caso, resulta una buena edición cuyo precio se justifica por el material que en ella se incluye. Una inversión que, como la habitual puntería del bueno de Oliver Queen, resultará del todo certera en cualquier caso.


Artículos relacionados:

Cine Om -¿Hacemos Una Porno? de Kevin Smith
The Big Freak-Effect Theory -Expediente (II)- Persiguiendo a Cels-

El Mal Que Hacen Los Hombres de Kevin Smith y Terry Dodson

Ver también:
Green Arrow en Dreamers
Kevin Smith y los Superhéroes en Tebeosfera


12 de abril de 2010

Cine Om -Furia de Titanes de Louis Leterrier-


"¡Liberad al Kraken!
"


En 1981 se estrenaba la película Furia de Titanes dirigida por Desmond Davis y con el gran Ray Harryhausen encargado de las labores de producción y enfrentando al que a la postre sería su último trabajo en el campo de la animación stop motion. A este pionero de los efectos especiales el tiempo le ha granjeado el reconocimiento tanto de la crítica especializada como del público, por su trabajo en numerosas películas de corte fantástico y aventuras alcanzando su cénit con Jason y los Argonautas, del director Don Chaffey, convertida en toda una película de culto. En ello tuvo algo que ver, sin duda, la recuperación de la técnica de stop motion en las películas de Tim Burton de finales de los años 80, como en Beetlejuice, y en la década de los 90 del pasado siglo siendo Pesadilla antes de Navidad de Henry Selick el máximo exponente de esta. El pasado 31 de Marzo se estrenó en España el nuevo remake de Furia de Titanes auspiciado por Warner Bros, dirigido por Louis Leterrier y protagonizado por Sam Worthington -que hereda el papel de Perseo que en la versión de los años ochenta asumió el actor Harry Hamlin-, Gemma Artenton, Alexa Davalos, Mads Mikkelsen y los ya veteranos Liam Neeson y Ralph Fiennes que son la viva imagen de los dioses olímpicos Zeus y Hades respectivamente.

Furia de Titanes adapta el mito clásico de Perseo, hijo del mismísimo Zeus, que derrotó a la horrible gorgona Medusa y que se acabaría convirtiendo en el rey de Micenas. La adaptacion, evidentemente, resulta muy libre y caprichosa -como ya ocurría en la versión de 1981 de Ray Harrihausen- siendo el resultado algo parecido a la breve interpretación que hacía Arnold Schwarzenegger del Hamlet de William Shakespeare en la comedia El Último Gran Héroe de John McTiernan. El guión es obra de Lawrence Kasdan, cuyo último libreto digno de mención fue En Busca del Arca Perdida que se estrenó, precisamente, en 1981 lo que también nos permite darnos cuenta, al comparar con la película de Steven Spielberg, lo desfasada que estaba ya la película de Ray Harryhausen en la época. Lawrence Kasdan reinterpreta a su manera personajes mitológicos dotando a la historia de un tono cercano 300 de Zack Snyder y Frank Miller pero sin sus excelencias visuales. Aunque también se pueden rastrear influencias del Star Wars de George Lucas -Lawrence Kasdan fue guionista de El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi- encontrar el obligado guiño a la versión previa de Furia de Titanes y, echando algo de imaginación, localizar algún homenaje "simbólico" a Perdidos.


Uno de los principales problemas de la película de Louis Leterrier es el montaje de la película que deja más de un hueco narrativo que, combinado al alto ritmo que imprime a la acción, no permite que los personajes siquiera se puedan situar dentro de la historia. Todo el metraje es demasiado precipitado y las decisiones y las personalidades de los personajes fluctúan de una escena a otra sin dar tiempo a profundizar en ellos para que el espectador pueda empatizar con sus desventuras (al respecto está la interesante noticia que publicaba Tu Blog de Cine - La Furia de Titanes que no vimos en los cines). A ello debemos unir unos diálogos poco trabajados que en pocas ocasiones parecen reflejar los ecos del pasado mitológico en el que se sitúa la acción. Especial mención merece el trabajo de Sam Worthington por el mérito que conlleva mantener el mismo rictus facial durante toda la película sin molestarse siquiera en empezar a interpretar su papel. Sus monólogos clamando venganza o sus vitores de guerra están huérfanos de pasión y resultan de todo menos creíbles. En el elenco actoral destacan, por un lado, las tablas de Liam Nesson y Ralph Fiennes que parecen disfrutar de verdad jugando a ser dioses, aunque el resultado este muy lejos de sus mejores registros, y, por otro lado, entre los mortales, Mads Mikkelsen interpretando al capitán Draco y Gemma Artenton como la clarividente Io que hacen lo posible con lo que tienen a mano.


El punto fuerte de la película es la acción, que aunque algo atropellada, permite disfrutar del diseño de criaturas como Medusa, el Kraken o bichos de todo tipo: desde escorpiones gigantes a demonios alados del Inframundo. Los efectos especiales, no obstante, no parecen del todo logrados en algunos casos y uno no puede evitar preguntarse si deben ser un homenaje intencionado a la técnica del stop motion que empleaba la versión del 1981 o si ese homenaje se limita a cierto búho mecánico y la cara de cartón de Sam Worthington. Louis Leterrier es un director bastante limitado, como ya pudimos apreciar en El Increíble Hulk, que, no obstante, suele ofrecer resultados correctos y disfrutables. En este caso Furia de Titanes es un buen ejemplo, puro fast food cinematográfico con un tratamiento de la mitología clásica, con algunos cambios sin sentido ni necesidad, que funciona como excusa argumental para ofrecernos una película de acción del montón para pasar el rato. En cuanto a la versión en 3D de la película parece ser que la única furia que ha desatado es la de los espectadores que se han sentido estafados con él. Ahora podemos sentarnos a esperar el inminente remake, raro sería otra cosa, de Jason y los Argonautas y eso ya sí son palabras mayores.


Ver también:
Furia de Titanes en El Lector Impaciente
Furia de Titanes en Tu Blog de Cine



6 de abril de 2010

Los Nuevos Vengadores de Brian Michael Bendis -El Eterno Crossover Interminable-


"¡Vengadores, reuníos!"


Los Nuevos Vengadores de Brian Michael Bendis ha sido una serie pólemica desde sus inicios por muchos y variados motivos pero, aún así, sigue siendo una de las cabeceras más vendidas de Marvel corroborando, por una parte, el tirón que el guionista conserva entre los aficionados y, por otro lado, el respaldo que sigue teniendo por parte de la editorial en su "actualización" del Universo Marvel. Desde los sucesos acaecidos en la fallida historia Vengadores Desunidos, su primera toma de contacto con el supergrupo, Brian Michael Bendis se hizo cargo de la nueva andadura de Los Héroes Más Poderosos de la Tierra incluyendo en el nuevo grupo personajes que habitualmente no habían formado parte de la tradición de la serie como son Spider-man, Puño de Hierro, Lobezno o Luke Cage entre otros. Brian Michael Bendis rompió entonces con la estructura que había tenido la colección durante tanto tiempo centrando el interés de sus historias no tanto en la acción o la épica del relato sino en los personajes y en sus habitualmente "intrascendentes" diálogos. Un estilo que ya había aplicado con éxito a series como Alias o Daredevil donde su adorado tono de novela negra, al que contribuían de forma notable los respectivos trabajos gráficos de Michael Gaydos y Alex Maleev, encajaba a la perfección.


La serie ha alcanzado hace poco los cincuenta números y a lo largo de este tiempo diversos artistas se han encargado de los lápices de Los Nuevos Vengadores, entre ellos David Finch (primer dibujante regular de la colección), Steve McNiven, Leinil Francis Yu, Jim Cheung o Billy Tan, mientras Brian Michael Bendis se ha dedicado a desmenuzar a pedazos el supergrupo casi con total libertad y beneplácito desde las oficinas de Marvel. En estos casi seis años al mando de la serie los crossovers se han sucedido pasando de Civil War a Invasión Secreta y de esta a Reinado Oscuro dejando cadauno de ellos su huella y provocando un baile de personajes en la alineación oficial casi continúo en la que sólo los personajes predilectos de Brian Michael Bendis como Luke Cage, Jessica Jones o Spider-man se han mantenido en nomina. Mención a parte para Spider-woman, auténtico personaje fetiche para Brian Michael Bendis, que le ha servido como comodín en más de una ocasión o el tratamiento dispensado a ilustres miembros de la formación como Ojo de Halcón que no siempre han contentado a los veteranos. También se ha otorgado bastante relevancia en su etapa a personajes como El Vigía, creado por Paul Jenkins, o El Encapuchado, ideado por Brian K. Vaughan, que hasta entonces no habían sido aprovechados por ningún otro guionista y a los Brian Michael Bendis ha "enchufado" importantes roles dentro del Universo Marvel.

Los Nuevos Vengadores han dado paso, con el tiempo y en función de los eventos que venían para cambiar el status quo del Universo Marvel para que nunca volviese a ser el mismo, a toda una sucesión de cabeceras, especiales y miniseries con las que Brian Michael Bendis ha jugado a la retrocontinuidad y a la narrativa en paralelo al acaparar la gran mayoria de estas series con sus guiones e ideas. Entre los diferentes proyectos a los que se ha visto atado en algún momento podemos mencionar Los Poderosos Vengadores, Los Vengadores Illuminati (con Brian Reed como escolta en los guiones), Los Vengadores Oscuros o los Guerreros Secretos de Nick Furia (donde forma tándem con el guionista Jonathan Hickman). Todo ello ha hecho que Los Nuevos Vengadores, pese a su éxito, se convierta en un título ligero y de poca repercusión a nivel narrativo que, por supuesto, no ofrece muchas relecturas y que da como resultado una serie desigual e irregular en la que conviven números y arco argumentales muy bien llevados con otros totalmente intrascendentes o directamente mediocres. La serie sigue siendo entretenida, con un humor afortunado muy propio de su autor y un tratamiento de personajes interesante, pero que no parece, en última instancia, conducir a ningún lado concreto y no ser más que un eterno crossover interminable.


Habitual también en Los Nuevos Vengadores es el tratamiento de acción por parte de Brian Michael Bendis que peca, en exceso, de plantear, una y otra vez, grandes batallas que se reducen a enormes enfrentamientos de los héroes de turno contra hordas ingentes de villanos que siempre siguen una misma estructura y que sólo sirven para que el dibujante se desmarque con impresionantes splash pages grupales donde, en ocasiones, aparece Howard el Pato. Que estos miles de enemigos estén liderados por El Encapuchado, sean ninjas de La Mano, agentes de Hydra o ejércitos de skrulls genéticamente alterados es, al parecer, lo de menos. Y es que, si algo sabe hacer bien Brian Michael Bendis, es venderse y crear adicción aunque, demasiado a menudo en ocasiones, no acabe por cumplir las expectativas que nos crea resolviendo tramas apresuradamente o escamoteandonos esa respuesta que se presentía en el anterior número. Ahora una Edad Heróica se acerca en el horizonte y Los Nuevos Vengadores comandados por Brian Michael Bendis y John Romita Jr. seguiran al pie del cañon hasta que el cuerpo aguante y llegue el próximo crossover que lo cambie todo para siempre. Esperemos que esta nueva etapa saque lo mejor del guionista estadounidense y Los Nuevos Vengadores vivan una etapa verdaderamente heróica.


Ver también:
Powers de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming

Spider-woman de Brian Michael Bendis, Brian Reed y Luna Brothers

Daredevil -Guionistas Sin Miedo (I)-
Daredevil -Guionistas Sin Miedo (II)-


5 de abril de 2010

-Powers de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming-


Powers es para muchos la mejor obra del popular guionista Brian Michael Bendis en la que encontramos su característica manera de contar historias enmarcadas dentro del género negro y el cómic de superhéroes. Una obra con un planteamiento derivado de obras como el Top Ten de Alan Moore y Gene Ha o el Astrocity de Kurt Busiek y Brent Anderson aunque su principal referente es la propia serie Alias que el guionista realizó para Marvel junto a Michael Gaydos. Powers es una visión "intimista" y lejana a la caricatura, pese a lo que se pueda presuponer por el dibujo de Michael Avon Oeming, sobre el género superheróico. Esto no quiere decir que Powers carezca de humor en sus páginas, más bien al contrario, pero no es vehículo por el que transita la historia que pretende contarnos Brian Michael Bendis. Powers cuenta las desventuras de dos agentes de policia del Departamento de Homicidos que, en su día a día, se ven obligados a investigar casos donde suelen intervenir elementos metahumanos. De esta manera el agente Christian Walker, con un pasado misterioso a sus espaldas, junto su nueva compañera, Deena Pilgrim, se enfrentan cada día a lo desconocido con la única intención de hacer cumplir la ley. Una serie que le servió a Brian Michael Bendis para ganar el premio Eisner al Mejor Guionista de 2002 y 2003 y el premio a la Mejor Serie Nueva de 2001.


Powers cuenta a día de hoy con doce tomos recopilatorios en Estados Unidos publicados bajo el sello independiente Icon Comics de Marvel a pesar de que la colección comenzó a editarse en Image Comics en el año 2000 donde se dio a conocer por primera vez. En nuestro país recientemente Panini ha recuperado la edición de la serie en su nueva colección 100% Cult Comics con tres tomos vistos hasta la fecha: Para Siempre, Leyendas y Psicópata que retoman el punto donde dejó la serie Planeta de Agostini después de sacar al mercados los siete primeros arcos argumentales de la serie de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming. Especialmente destacado es el tomo Para Siempre que rompe con la mecánica habitual de la serie para contarnos el pasado, el extenso pasado, de Chistian Walker con reminiscencias cinéfilas tan dispares a películas como 2001 Una Odisea En El Espacio de Stanley Kubrick ("un enorme puto guiño" como lo llama Brian Michael Bendis), el Conan el Bárbaro de John Milius, o Los Inmortales de Russell Mulcahy y que sirven para cerrar, de momento, algunas de las tramas más importantes del argumento que coleaban en la serie desde sus inicios.

En el apartado gráfico Michael Avon Oeming es uno de los artistas más vagos que se pueden encontrar en el mundo del cómic. Justificado por la lenta narrativa de Brian Michael Bendis se dedica en muchas ocasiones, literalmente, a copiar y pegar de una forma indiscriminada sus propias viñetas cosa que ralla en ocasiones lo obsceno cuando realiza primeros planos donde se limita a recortar y aumentar alguna imagen previa y en la que podemos notar fácilmente la correspondiente pérdida de definición que eso supone en el dibujo. Si a esto añadimos que el dibujo cartoon de Michael Avon Oeming, que recuerda al de Bruce Timm, puede ser de todo menos detallado y complejo no se entiende tanta austeridad de medios. En ocasiones para diferenciar una viñeta de otra Michael Avon Oeming juega con el color o con las sombras o se dedica a cambiar apenas unas líneas de expresión en los rostros de sus personajes. A todo esto ¿Quién Mató a Retro Girl?, el primer arco argumental de la serie, es ya una buena muestra del arte del dibujante estadounidense que, pese a todo, logra retener la atención del lector con la simplicidad y efectividad de su trazo que de alguna manera inesperada consigue resultar atractivo y que, eso sí, mejora a lo largo de la serie como podemos comprobar en Para Siempre.


Respecto al trabajo de Brian Michael Bendis en Powers encontraremos sus señas de identidad más características como son su devoción por los diálogos por encima de la acción, sus habituales personajes enfrentados a su propia existencia de carácter rudo y mal hablado o su acusado decompressive storytelling que encaja mucho mejor aquí que en otros trabajos suyos por encargo para Marvel en series como Los Nuevos Vengadores o Daredevil (pese a ser responsable de una de las mejores etapas de la historia del personaje junto a Alex Maleev). Powers resulta un entretenimiento ligero pero adictivo que resulta un "alivio" dentro del cómic mainstream y postmoderno de superhéroes. Una obra donde las virtudes de Brian Michael Bendis como narrador obtienen resultados para crear una mitología propia, no de primera referencia, pero si interesante de seguir en su evolución. A los seguidores del trabajo de este guionista y que lo han conocido en obras como Alias o en sus primeros trabajos para Caliber Comics e Image Comics, con las series Jinx y Goldfish, la lectura de Powers les resultará un paso más en esas historias de corte noir habituales en él. Para los que aún no conocen el trabajo de Brian Michael Bendis, o sólo han leído sus series más populares para Marvel, Powers puede ser una buena manera de conocer o reencontrarse con este autor en el que, quizás, sea su mejor trabajo hasta la fecha.


RecOMendados:
Powers: Para Siempre en Tengan Mucho Cuidado Ahí Fuera
Powers: Para Siempre en Sobre Cómic


Ver también:

Spider-woman de Brian Michael Bendis, Brian Reed y Luna Brothers

Daredevil -Guionistas Sin Miedo (I)-
Daredevil -Guionistas Sin Miedo (II)-


1 de abril de 2010

Reflexiones y Citas "Extraordinarias"



"Mozart vivía en la miseria por no tener derechos de autor"

Ángeles González-Sinde, Guionista, Directora de Cine y Ministra de Cultura de España