28 de junio de 2009

La Broma Asesina -La Sonrisa de El Caballero Oscuro-


¡Atención, no es ninguna broma, posibilidad de spoilers!

U
na de las novedades más esperadas del Salón del Cómic de Barcelona del pasado año fue la nueva edición por parte de Planeta de Agostini de la obra magna de Jeph Loeb y Tim Sale que fue El Largo Halloween y que coincidió casi en el tiempo con el estreno de El Caballero Oscuro del director Christopher Nolan. De ahí que a modo de introducción se incluyese en esta nueva edición una entrevista al propio Christopher Nolan y al productor David S. Goyer de antes del comienzo del rodaje de la película. En esta entrevista ambos hablaban del "potencial cinematográfico" de la obra de Jeph Loeb y Tim Sale y se tenía como la gran influencia de la nuevas películas sobre Batman. Sin embargo, analizando El Caballero Oscuro es fácil llegar a la conclusión de que, si bien El Largo Halloween es parte del esquema argumental de la película y de su armazón, es otra obra "menos densa desde el punto de vista argumental" la que otorga el espíritu a gran parte de la trama que se sostiene sobre el personaje del Joker interpretado por el fallecido Heath Ledger. Esta obra es ni más ni menos que La Broma Asesina de Alan Moore y Brian Bolland.

Si en el pasado Salón del Cómic de Barcelona fue El Largo Halloween una de las novedades más interesantes este año ha sido precisamente la nueva edición La Broma Asesina una de las más llamativas. Esta nueva edición no ha estado carente de controversia por el nuevo coloreado que ha aplicado a la obra Brian Bolland deshaciéndose de la paleta de tonos ocres del original de John Higgins, exactamente la misma que utilizó en Watchmen, para sustituirla por una gama de grises más oscura y elegante acorde con los tiempos que corren. En este caso el formato Absolute no perjudica a la obra y la fuerza de las viñetas de Brian Bolland se mantiene e incluso se puede decir que las favorece. De la historia poco que añadir a lo que ya se ha dicho en muchas ocasiones. La Broma Asesina sigue funcionando a la perfección más de veinte años después y sigue resultando igual de fresca y actual. Estamos quizá ante la mejor historia corta sobre Batman conocida y, sin duda, la más interesante respecto al análisis de la figura de su más clásico villano el Joker. Como extras en el tomo se incluye una historia adicional del propio dibujante de escasas páginas que, sin ser gran cosa, es entretenida y curiosa de leer sobre un tipo "normal y corriente" que planea matar a Batman.

En relación a El Caballero Oscuro se ha hablado mucho sobre el retrato que en ella se hace del archienemigo de Batman. Muchos son los que defienden que no es el Joker que encontramos en los cómics del personaje. El caso es que el Joker es un personaje que ha pasado por numerosas etapas y que ha tenido tantas interpretaciones como grupos creativos han sido asociados con las historias de Batman. Sin ir más lejos el Joker que retrata Alan Moore en La Broma Asesina es, radicalmente, opuesto al que encontramos en El Largo Halloween. Mientras el primero es un personaje complejo, revestido de un humor negro perverso, maquiavélico y con cierto toque melancólico y filosófico el Joker que encontramos en El Largo Halloween es simple, infantil y carente de matices siendo casi un personaje de corte cartoon que encaje con los lápices de Tim Sale. El Joker de Bill Finger y Bob Kane, por otro lado, era cruel, interesado y despidado pero plenamente consciente de sus acciones, sin un deje de locura tan perfilado como el que encontramos, por ejemplo, en la interpretación que hace Frank Miller del personaje en El Regreso del Caballero Oscuro donde nos presenta un ser obsesivo, manipulador y, en cierta manera, ávido de fama que se recrea en sus fechorías retransmitidas a través de la televisión.

Sabido es que la idea original que vio nacer al Joker en los cómics no fue ni de Bill Finger ni de Bob Kane sino de otro ayudante de este último, Jerry Robinson. Este tuvo la idea viendo la película El Hombre que ríe del director Paul Lini que a su vez era la adaptación a la gran pantalla de la novela del mismo título del escritor Victor Hugo. En ella encontramos a Gwynplaine, el personaje al que hace referencia el título, que en la película de 1928 interpretaba el actor Conrad Veidt y que tenía como principal característica la desfiguración que padecía en su boca que le obligaba a una eterna sonrisa forzada. Por ello, es curioso, que a la hora de presentar Christopher Nolan y Heath Ledger su interpretación del Joker en El Caballero Oscuro, que es como se debería ver, como una interpretación más del personaje, decidiesen remitirse a este origen "no oficial" del personaje con unas cicatrices por sonrisa como este en vez de la "decoloración" que padece el Joker de los cómics. No parece casual o coindencia esta elección, que por otro lado encaja mejor con la visión más realista que su director quería imprimir a la saga, pues, al fin y al cabo, Tim Burton y Jack Nicholson demostraron en 1989 con su Batman que era posible una adaptación más literal del personaje del cómic. Y, no obstante, ¿podemos afirmar, pues, categóricamente, que el Joker de El Caballero Oscuro no es el Joker de los cómics?

La Broma Asesina es, por decirlo así, el germén de El Caballero Oscuro y si ha habido un cómic que realmente haya inspirado la interpretación de Heath Ledger en esta es, sin duda, la obra de Alan Moore y Brian Bolland. El Joker que encontramos en esta película es un agente del caos, como él mismo se declara y esto no es gratuito pues su función debe ser convertirse en el opuesto del héroe, Batman, aquí interpretado por Christian Bale. Donde este último busca justicia, aunque este tan ligada a la venganza en su caso, y orden, el Joker apuesta por el desorden y el caos como un Tyler Durden más "físico" e incluso con algunas reminiscencia del Álex de La Naranja Mecánica. Es, de esta manera, la otra cara de la moneda de Batman. En lo que podría haberse convertido éste después de la muerte de sus padres como se nos insinua en La Broma Asesina. En dicho cómic Alan Moore y Brian Bolland nos presentan "un pasado" y un origen del Joker aunque, finalmente, al hablar de él el propio personaje comenta que en ocasiones los recuerda de una manera y a veces de otra. Nos deja pues la duda de si ese pasado que Alan Moore nos cuenta a través de flashbacks es real o no, si sólo es fruto de la locura del personaje, pero lo que nos viene a decir es que no se trata realmente de lo importante. El hecho a destacar es el bucle y el círculo de odio y destrucción, y también de autodestrucción, en que se encuentran los personajes, no ya dentro del relato, sino en su propia categoría como personajes de ficción.
"Había una vez dos tipos en un manicomio y una noche deciden que no quieren seguir viviendo en el psiquiátrico. ¡Y deciden escaparse!. Así que suben al tejado y allí, frente a un estrecho hueco entre dos bloques, ven los edificos de la ciudad recortándose a la luz de la luna contemplando cerca su libertad. El primer tipo salta sin problemas. Pero su amigo no se atreve. Ya sabes... tiene miedo a caer. Entonces, el primero tiene una idea y le dice: "¡Ey! Tengo aquí mi linterna. ¡Alumbraré el hueco entre los edificos y podrás caminar sobre el rayo hacía mí!". Pero el otro mueve la cabeza y dice: "¿Qué te crees? ¿Que estoy loco? ¡La apagarías cuando estuviese a mitad de camino!"

La Broma Asesina, Alan Moore

En El Caballero Oscuro todo esto queda reflejado cuando, en varias ocasiones, el Joker le explica a Batman que son tal para cuál: no se matarán el uno al otro porque Batman tiene unos principios éticos que nunca se saltará y el Joker, simplemente, encuentra esto "muy divertido". El Joker, pues, sólo existe porque Batman decidió un día impartir justicia, al margen de la ley no hay que olvidarlo, disfrazado de murciélago que es a la conclusión a la que llegaba Frank Miller en El Regreso del Caballero Oscuro. En la película de Christopher Nolan vemos como el Joker juega con la misma idea, de manera parecida aunque menos sútil, inventando varios orígenes para sus cicatrices, sin afirmar ninguno como cierto, expresando así de forma más literal la idea que Alan Moore dejaba caer entre líneas en La Broma Asesina. Lo importante del Joker de El Caballero Oscuro, como el de Alan Moore, no es su pasado sino su función de némesis del personaje de Batman y, por ello, en la película su intención es demostrar la bajeza de la humanidad como ocurre, de igual manera, en el cómic. La única manera de derrotar al héroe es a través de lo moral y lo ético pues la batalla física esta perdida en igualdad de condiciones.

El Joker intenta demostrar que cualquiera que tenga un mal día puede convertirse en un monstruo. Enseñar al mundo el sentido del chiste, muy significativo en La Broma Asesina, y que tiene cierta correspondencia con otro personaje de Alan Moore como es El Comediante de su Watchmen como apuntaba acertadamente Rafael Marín en W de Watchmen. El Comediante es un arquetipo de el Joker e incluso es significativo recordar que en un momento de la trama de Watchmen éste es incluso desfigurado de forma similar al payaso psicópata de las historias de Batman quedándole una sonrisa macabra en el rostro. En todo momento el Joker de Heath Ledger intenta aleccionar al resto de personajes sobre lo corrupto de la sociedad y la falta de esperanza de que las cosas puedan ser de otra manera. Consigue "convertir" al fiscal del distrito, Harvey Dent interpretado por Aaron Eckhart, que desde entonces será, literalmente, Dos Caras pero sus intentos de hacer lo propio con Batman caen en saco roto. Batman entiende el chiste, pese al fracaso del plan del Joker al igual que ocurrirá en La Broma Asesina, pero mientras en el cómic acaba siendo participe del chiste -incluso riendo junto al Joker a carcajada limpia- en El Caballero Oscuro se niega a aceptarlo pues la historia en el cine debe avanzar. El héroe es perseguido, como un delincuente, ha sobrevivido lo suficiente para convertirse en el villano, y este, el auténtico villano, logra al fin una victoria moral. Y es que resulta, como decía El Comediante, que nadie dijo que el chiste tuviese que tener gracia.

22 de junio de 2009

Cine Om -¿Hacemos una Porno? de Kevin Smith-


Kevin Smith actualmente tiene dos proyectos en preparación como son Red State, su primera película de terror con habituales de sus repartos como Jason Mewes y Jeff Anderson, y A Couple of Dicks una película de acción con toques de comedia con Bruce Willis como principal reclamo. Seguramente estos proyectos no serán tan pólemicos como anteriores trabajos suyos como Dogma o Zack and Miri make a Porno, de la que aquí hablaremos, que causan estragos entre ciertas minorias estadounidenses (al fin y al cabo las películas de Kevin Smith suelen ser de alcance reducido). La promoción de esta última, aquí traducida como ¿Hacemos una porno?, no ha estado falta de episodios absurdos en sus desencuentros con el Comité de Calificación por Edades de Estados Unidos que finalmente concedieron a la película una categoria R (Restringido -Menores de 17 años acompañados-). Estos conflictos Kevin Smith siempre los ha resuelto con su particular humor y descaro. En este caso cuando el cartel de su película fue prohibido, por insinuaciones obscenas se supone (podéis ver el cartel en las imágenes de esta misma entrada), el director decidió cambiarlo por otro dibujado por el mismo exaltando las virtudes de su película y sus actores (más abajo). Aunque nada comparado a cuando se estreno Dogma y el director acabó manifestándose con un amigo en contra de su propia película junto a un grupo de opositores cristianos (ver aquí).

¿Hacemos una porno? es una comedia romántica que habla, curiosamente, sobre sexo algo que, no obstante, debería ser lo más normal del mundo. La historia de la película se centra en Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks), compañeros de piso y amigos que se conocen desde la secundaria, que están pasando un momento difícil económicamente y, después de asistir a una fiesta de antiguos alumnos del instituto (atención al cameo de Brandon Routh y Justin Long), tienen la idea de rodar una película porno amateur para salir del apuro en que se han metido. Antes de ello, no obstante, prometen que aquello sólo será sexo y que no cambiará para nada su amistad (por supuesto esto no será así). Al reparto de esta película amateur se unirán Lester (Jason Mewes) un chico algo corto de miras sin problemas para el exhibicionismo, el cámara improvisado Deacon (Jeff Anderson, el fantástico Randall de Clerks), la streapper Stacey (la actriz porno Katie Morgan), Delaney (Craig Robinson) el productor del experimento, el sadomasoquista Barry (Ricky Mabe) y la especialista en despedidas de soltero Burbujas (la ex-actriz porno Traci Lords). A ellos se unen otros secundarios y los cameos habituales de las películas de Kevin Smith, aunque esta vez no cuente con Ben Afleck, como los ya citados de Brandon Routh y Justin Long o los de Tom Savini o la propia esposa del director Jennifer Schwallback Smith que ya apareció en Clerks II.

La película tiene muchos elementos casi autográficos en la trama, como ya es costumbre de su director y, en este caso, encontramos similitudes con los inicios en el mundo del cine de Kevin Smith que rodó Clerks, su primera película, con un presupuesto muy bajo con sus amigos y en su propio puesto de trabajo y utilizando un palo de hockey como micrófono de brazo. Todo ello esta presente en ¿Hacemos una porno? aunque no sea el tema principal del que nos habla el de New Jersey en esta película. Tenemos antes nosotros una comedia romántica fresca y divertida, sin ser de los mejores trabajos de sus director, pero con el mismo humor gamberro, a veces incluso escatológico, con sus conversaciones y con sus referencias a la cultura popular más freak que son ya su seña de identidad. Estos elementos hacen que los proyectos de Kevin Smith, independientemente de ser mejores o peores, sean disfrutables por este estilo que el director sabe imprimir a sus películas y que sólo en Jersey Girl perdió en gran parte aunque, la explicación a ello, es que aquella fue una especie de regalo romántico para su esposa. Los incondicionales de este director no quedarán defraudados y, sin duda, pasarán un buen rato con una película que funciona en varios sentidos y que no deja de ser una entrañable historia de amor menos bucólica y utópica de lo habitual.

En el reparto destacan el alterego de Kevin Smith; un camaleónico Seth Rogen (a tal caso revisar Donnie Darko y Supersalidos e intentar reconocerlo en ellas), un actor con indudable talento natural para comedia sin tener que recurrir a las muecas de Jim Carrey o Adam Sandler. Igual podemos decir de su compañera Elizabeth Banks, recomendada por el mismo Seth Rogen para el papel en sustitución de Rosario Dawson, muy alejada aquí de sus intervenciones en la saga de Spider-man de Sam Raimi como la secretaria del Daily Bugle Betty Brand. El resto de habituales de las películas de Kevin Smith, como Jeff Anderson o Jason Mewes, tan hilarantes como siempre y las nuevas incorporaciones como Craig Robinson demuestran la habilidad y lo acertado de los castings de las películas del director de Mallrats. Tal vez se eche de menos a Jay y Bob el Silencioso, unos iconos siempre entrañables y subversivos o, al menos, a Bob, ya que el papel de Jason Mewes no se diferencia tanto de su habitual papel como Jay (desnudos integrales incluídos). Otro de los aciertos de la película es, sin duda, la banda sonora que, en la línea de Quentín Tarantino (por lo personal), Kevin Smith siempre sabe utilizar con acierto basándose en todo un repertorio de las más variadas influencias. A destacar cierta escena, clave en la trama, sincronizada con el tema de Throwing Copper Hold Me Up (su cantante, Ed Kowalczyk, participó en El Club de la Lucha como camarero).

En definitiva, ¿Hacemos una Porno?, es una buena opción para pasar un buen rato. Un producto sencillo y sin complejos, a pesar de su previsible aunque no convencional final, que se llega a hacer corto pese a su hora y cuarenta minutos más que aceptables. Mi recomendación personal, en este caso, es que la visionéis doblada si no tenéis un buen dominio del inglés debido a que Kevin Smith tiene un estilo muy coloquial que pierde bastante si sus gags deben ser leídos en vez de ser "lanzados" directamente sobre el espectador. Esto quizá aún sea más evidente en sus películas más independientes como Clerks o Mallrats pero también es presente en casi todas sus películas. De ahí que, personalmente, después de un primer visionado en versión original subtitulada que me dejo algo indiferente, volver a verla, esta vez doblada, me haya cambiado la opinión de esta película en gran medida. El problema con este director, por otro lado, es que también suele utilizar expresiones y juegos de palabras bastante autóctonos que se pierden tanto en el doblaje como en el subtitulado (por ejemplo, el insulto racista en Clerks II). No obstante, esto es un problema menor que no impide, en ningún caso, disfrutar del cine de este director autodeclardo "puta de la premsa" que tantos momentos hilarantes y carcajadas nos ha provocado y que esperemos nos siga provocando en un futuro.

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Synesthesia: Kevin Smith

15 de junio de 2009

Reflexiones y Citas "Extraordinarias"


"
Me viene mucha gente y me dice que escribo bien a las mujeres, y me preguntan cómo lo hago, que les cuente el secreto. Yo les contesto que mi secreto es escribir seres humanos, gente."
Neil Gaiman sobre The Sandman

Cine Om -Terminator Salvation de McG-


¡Atención posibilidad de spoilers con importante información sobre vuestro futuro!
Tiempo ha pasado desde que James Cameron dirigiese aquella película ochentera llamada Terminator con un Arnold Schwarzenegger como villano de la función y con unos efectos especiales destacados para la época que aún se sostenían sobre las virtudes de la técnica del stop-motion. Pronto se convirtió en una película de culto con su atractiva estética de serie B que en 1991, con Terminator II: El Juicio Final, se convirtió en todo un espectáculo visual y una de las mejores películas de acción de la historia del cine. Destacaba entonces el regreso de Arnold Schwarzenegger a su papel pero esta vez en el lado contrario, en el de los buenos, junto a una estupenda Linda Hamilton cuyo personaje de Sarah Connor había evolucionado radicalmente respecto a la primera película. James Cameron demostraba una vez más su talento para abordar el cine de ciencia-ficción y la acción como ya había demostrado anteriormente con películas como The Abyss y Aliens y al que intentará volver con éxito en su próximo proyecto: Avatar. Ya en 2003, con James Cameron desentendido de la saga, se estrenó Terminator III: La Rebelión de las Máquinas de Jonathan Mostow que simplemente se limitó a copiar el esquema de las dos anteriores películas sin aportar nada nuevo ni mejor.

Cuando se decidió continuar con la saga hace un par de años se decidió pasar página y contarnos lo que anteriormente James Cameron sólo había insinuado en algunos flashforwards de películas anteriores: el futuro donde las máquinas se batían en una dura guerra contra los humanos. Esta nueva entrega se ha dado en llamar Terminator Salvation y aunque, como película, es mejor que Terminator III no ha resultado un producto redondo y es que quizás este salto y evolución en la trama llega algo tarde. Eso explicaría que no haya sido el éxito esperado debido a un público que ya no es tan receptivo a lo que esta saga tenga que contar después de la cansina repetición de esquemas de sus anteriores entregas. Terminator Salvation ha sido dirigida por Joseph "McG" McGinty Nichol y en su reparto destaca un Christian Bale heredando el rol de John Connor y Sam Worthington interpretando a un nuevo personaje dentro de la saga llamado Marcus que recuerda en algunos aspectos al Roy Batty de Rutger Hauer en Blade Runner en clave más naif y, por supuesto, "palomitera". Completando el reparto encontramos nombres tan dispares como Anton Yelchin (como Kyle Reese personaje de la película original que interpretaba Michael Biehn), Bryce Dallas Howard, Moon Bloodgood, Helena Bonham Carter (Tim Burton es fan de Terminator y le recomendó participar en esta película a su esposa) o el veterano Michael Ironside.

Lo cierto es que los futuros apocalípticos como el de Terminator Salvation ya no sorprenden al espectador como no lo hacen las películas de fantasía para niños de hoy en día. Diversas películas en los últimos años han utilizado esta situación para sus películas, dejando de paso sin explorar tramas más interesantes de la ciencia-ficción, y en el caso de Terminator Salvation la saga de Matrix le pasó por encima hace unos años y se adelantó, de forma más interesante, al conflicto entre la máquina y el hombre. Matrix tenía todo un complejo armazón filosófico y místico, sobre todo en su primera película, que hacía que la acción y los efectos especiales tuviesen una coherencia pocas veces tratada en el cine de ciencia-ficción destinado al gran público. Terminator Salvation no aporta nada nuevo en ese sentido y ni siquiera sabe jugar la baza del misterio o la emotividad de la que James Cameron sabía valerse. El resultado es una buena película de acción, entretenida, con ciertas dosis de espectacularidad -que tampoco vamos a recordar mucho- y poco más. Ni siquiera Terminator Salvation es capaz de librarse del cliché de las películas precendentes y en esta entrega, aunque de forma menos evidente, se vuelve a repetir la trama de un John Connor (y familia) perseguido como líder de la resistencia por las máquinas y que encuentra un extraño protector en el camino.

Es de reconocer que Joseph "McG" McGinty Nichol tiene talento para mover la cámara en las escenas de acción y no en la línea caótica de Michael Bay sino con estilo como evidencia esa impresionante escena, casi documental, con John Connor estrellándose en un helicóptero que resulta rodada en prácticamente una sola y larga toma. De lo mejor en el apartado técnico que, por otro lado, es simplemente correcto y en cierta manera deudor de la reciente e infumable Transformers. Los actores cumplen aunque al personalidad de John Connor se nos antoje más interesante cuando era ese niño demasiado espabilado para su edad encarnado por Edward Furlong en Terminator II que el llano y simple militar que nos retrata esta película. Los homenajes a la saga están presentes a lo largo de la trama como ese "Volveré" de Christian Bale que puso de moda Arnold Schwarzenegger y que aquí su cabeza tiene un cameo virtual "insertada" en el cuerpo del actor Roland Kickinger con el fin de interpretar de nuevo al T-800 que tanta vida ha dado a la saga. El clímax final recuerda también poderosamente al visto en Terminator II pero sin la fuerza que aquel tenía y sigue teniendo 18 años después.


El intento de actualizar la saga, siendo la moda instaurada por Christopher Nolan con su Batman Begins, no cuaja en esta nueva entrega de la saga pese a copiar el protagonista a la franquicia de Batman. No obstante, la película de McG, es entretenida y con un guión más o menos elaborado -en el que han trabajado entre otros Jonathan Nolan y Paul Haggis- cosa de la que suelen carecer actualmente este tipo de blockbusters y cualquiera lo diría teniendo en cuenta la filmografía precedente de este director donde hasta ahora solo destacaban sus horrorosas películas de Los Ángeles de Charlie. La intención es rodar una nueva trilogía, cosa que se hará a poco que la película de beneficios, y esa puede ser una de las causas por las que Terminator Salvation no acabe de enganchar ya que esta medidamente controlada con esta finalidad y de ahí que muchas cosas que ocurren en la película no sean en ningún momento explicadas e incluso sean ignoradas. Terminator Salvation es una correcta entrega de la saga pero uno siente demasiadas ausencias en la pantalla, desde la de un Arnold Schwarzenegger más "real", pasando por el carisma de personajes como la Sarah Connor de Linda Hamilton y la capacidad y habilidad de James Cameron que con menos era capaz de darnos mucho más.

13 de junio de 2009

Jerome Bixby´s The Man From Earth de Richard Schenkman


The Man From Earth es una película independiente dirigida por Richard Schenkman con un presupuesto mínimo y sobre el guión póstumo de Jerome Bixby que este acabó en 1998. En el pequeño reparto de esta película encontramos actores casi desconocidos como el protagonista David Lee Smith, Tony Todd, John Billingley, Ellen Crawford, Annika Peterson, Alexis Thorpe, Richard Riehle y William Katt. Este escueto reparto y una única localización, una pequeña cabaña en las montañas, es lo único necesario para rodar una película que atrapa totalmente al espectador debido a sus ideas. La película narra, básicamente, la conversación que mantienen unos personajes en una reunión de despedida por uno de sus amigos. Todos los personajes son docentes de la universidad o profesionales reconocidos en diversas materias que van desde la biología, la física o la antropología a la psicología o la teología. El personaje protagonista, John Oldman, pondrá a prueba sus conocimientos, sus ideas y sus creencias, aprovechando el misterio que produce su repentina mudanza entre sus amigos, para intentar convencerles de lo imposible.

Los que nos propone esta película no es nada más que un discurso intelectual, del que uno siente la necesidad de participar, para poner a prueba nuestro conocimiento de las cosas y ofrecernos una perspectiva interesante, utilizando siemplemente las ideas, de lo que significa realmente el concepto de humanidad. Este queda analizado desde todos los puntos de vista posible y se pone a prueba en cada minuto de los escasos ochenta y nueve totales que tiene la película. La pelicula tiene un componente fantástico. Es una pequeña pieza, un relato, de ciencia-ficción de un Jerome Bixby que no se desprende del hecho de haber sido guionista de la serie original de Star Trek. Aquí no vamos a desvelar ese elemento fantástico. Tal como hizo conmigo cierta Musa Ambulante del blog Deambulando os insto a que, si aún no la habéis visto o no conocéis nada sobre ella, que simplemente la veais sin buscar más información sobre la misma (ni tan siquiera su trailer). De esta manera os sentiréis como si fuéseis una parte más de la historia y del debate que mantienen los personajes de la película.


The Man From the Earth viene a demostrar que se pueden hacer aún grandes cosas con un presupuesto muy ajustado y ser además original y atrevido. Una película que resulta muy amena y entretenida siendo toda su acción presentada a través de diálogos. Esta película difícilmente se estrenará en nuestros cines, pese a que el boca a boca la esta convirtiendo poco en una película de culto a tener en cuenta, pero podéis encontrarla para descargar con subtítulos en castellano. La banda sonora quizá, a pesar de tener su atractivo, es lo más flojo de la película ya que por momentos no parece encajar del todo con la historia aunque mantiene al espectador en tensión en una historia donde sólo el guión y la labor de los actores son los elementos que entran en juego.

El trabajo del director Richard Schenkman es de alabar pues con tan pocos recursos y con planos tan limitados saber situar la cámara donde debe estar en cada momento y consigue que los personajes puedan expresar todo lo que llevan dentro. Por otro lado, el final, es un auténtico giro de tuerca de los que uno suele recordar durante un tiempo sino fuese porque, en este caso, uno se siente demasiado fascinado por la conversación de la que ha estado formando parte y que lamenta que llegue a su fin. En definitiva, The Man From the Earth, es un experimento poco habitual en el cine de hoy en día. Una propuesta cercana al cortometraje, con un cierto tono teatral, que resulta de lo más interesante y entretenida. Y cuando además este entretenimiento resulta tener seso y ser inteligente no se puede pedir nada más.

La Leyenda de la Llama Verde de Neil Gaiman y Amigos


"En la oscura noche, en el brillante día,
ninguna maldad escapará a mi vigilia...

Que quienes adoran el poder del mal
teman mi poder... ¡la luz verde de la verdad!"

L
a Leyenda de la Llama Verde es una historia de Neil Gaiman que publicó hace un par de años Planeta de Agostini y anteriormente Norma allá por el 2002 sobre un guión que hace más de dos décadas escribió el autor inglés. Exactamente en 1988, antes incluso de ser conocido por su obra magna The Sandman, y cuando Neil Gaiman apenas era un valor en alza. El caso es que debido a problemas que la historia suponía con la continuidad del nuevo status que por entonces tenía el personaje de Superman no llego a realizarse. La historia iba a ser el colofón a serie Action Comics Weekly pero finalmente el guión fue olvidado, pese a sus excelencias, en un rincón. Años después se pensó en recuperar ese guión para su publicación pero este había desaparecido de los archivos de DC y del ordenador de Neil Gaiman. Por suerte si una cosa le sobra a Neil Gaiman, a parte de talento, son amigos y uno de ellos conservaba una copia del guión extraviado.

Después de eso artistas como Eddie Campbell (From Hell), Mike Allred (Madman), John Totleben (La Cosa del Pantano), Matt Wagner (Grendel), Kevin Nowlan (Tomorrow Stories) y otros artistas y amigos del escritor inglés colaboraron con sus lápices para dar forma a un guión para un relato de 38 páginas de Neil Gaiman. A destacar como curiosidad la portada realizada por Frank Miller. Una historia con la habitual sensibilidad con que Neil Gaiman sabe tratar a sus personajes y sus historias como acaba de desmostrar de nuevo hace poco con su Whatever Happened to the Caped Crusader? sobre Batman. La Leyenda de la Llama Verde es un relato autoconclusivo, sencillo, lleno de referencias literarias variadas que van desde El Mago de Oz a La Divina Comedia, épico, emotivo y entretenido. En la historia, dividida en tres capítulos y dos interludios "extraños", podemos encontrar además la presencia de algunos de los personajes emblemáticos del universo DC, a parte de Linterna Verde y Superman los protagonistas de la historia, como son Deadman, El Fantasma Errante o el breve cameo de Selina Kyle en la fiesta de inauguración de una exposición sobre El Halcón Maltés al acecho, seguramente, de alguna pieza de incalculable valor.


Neil Gaiman sabe como nadie escribir historias cortas y captar la esencia de los personajes de los que habla y La Leyenda de la Llama Verde no es más que otro ejemplo de ello. La acción comienza cuando Hal Jordan visita a su amigo Clark Kent en el Daily Planet para pedirle consejo y guia sobre la nueva dirección que ha tomado su vida o, más bien, la dirección que siente que ha perdido. Todo ello les llevará, casualmente, a vivir una aventura que les obligará a recorrer el mismisimo Infierno. Después de sobrevivir a todas las pruebas, psicológicas pues se puede decir que el cómic casi carece de acción superheróica, la experiencia servirá para que Hal Jordan encuentre la motivación que estaba buscando para continuar con su trabajo. Destaca esa imagen de un primer plano de los ojos de Superman, que resultan más cercanos a cada viñeta, por el que empiezan a correr lágrimas a medida que este se da cuenta de que no puede salvar a todo el mundo. Sútil y sin muchos alardes pero efectivo. Sin duda, La Leyenda de la Llama Verde es una pequeña joya o, cuanto menos, un buen relato sobre dos personajes de los que ya casi se ha contado todo.

4 de junio de 2009

Reflexiones y Citas "Extraordinarias"


"
No tengo mucho sentido de la higiene personal, o del estilo, o de lo que sea. He dejado de lavarme el pelo hace tiempo"
Robert Pattinson, protagonista de Crepúsculo

3 de junio de 2009

Naoki Urasawa -Maestro Japonés del Suspense-

Coincidiendo con el 27º Salón del Cómic de Barcelona se han puesto a la venta la edición Kanzenban de Monster la obra de Naoki Urasawa, que en esta edición constará de 10 tomos, y la nueva obra de este mismo autor que tiene por título Pluto (ambas publicadas por Planeta de Agostini). Dos obras recomendables que todo aficionado debería leer. Y es que Naoki Urasawa dentro del panorama manga actual es una apuesta casi segura pues estamos hablando del maestro del suspense japonés. Este autor tiene, además, un estilo diferente y marcado alejado del manga más convencional que resulta de lo más atractivo y sus historias, extrañas muchas veces, crean adicción. Lo identificaréis también por su dibujo detallado, tanto en paisajes como en las facciones de sus personajes, que le dan a sus obras un aire clásico y más "occidental". Además este autor no es un novato en el mundo del manga pues viene trabajando en el medio desde la distópica fecha de 1984 en obras como Yawara! (que algunos conoceréis por la serie Cinturón Negro), muy alejada de lo que hoy en día viene siendo su estilo, encumbrado con la citada Monster y 20th Century Boys. Estilo de la que su nueva obra Pluto parece ser un nuevo exponente y una más que probable gran historia.

En el caso del Monster de Naoki Urasawa nos encontramos una historia en clave de thriller lleno de suspese que también toca otros diversos géneros como el terror, el misterio o el relato negro conformando un resultado bastante notable e interesante. A tenor de lo visto en el primer tomo de Pluto es muy posible que esta obra también siga esta dirección que tanto éxito le ha dado. Monster, no obstante, es la mejor obra de su autor a día de hoy y será difícil de superar el listón. Una obra que empezó a publicarse en 1994 y pronto consiguió un gran reconocimiento tanto de crítica como de público llegando a ser premiada con el prestigioso Premio Cultural Osamu Tezuka en 1999. Un Osamu Tezuka al cual Naoki Urasawa reverencia en casi todas sus obras. Ya en el año 2004, como no podía ser de otra manera, Monster contó con su propio anime que tuvo un total de 74 capítulos y ahora, desde Hollywood, se amenaza con una adaptación a la gran pantalla a cargo de la productora New Line Cinema con guión de Josh Olson autor de Una Historia de Violencia una de las últimas películas de David Cronenberg.

Monster se sitúa en los años 80 en Alemania y cuenta la historia de Kenzo Tenma un prometedor neurocirujano de origen japonés asentado en el país que esta prometido con la hija del director del hospital donde trabaja. Su vida aparentemente es perfecta hasta el día en que, desoyendo las órdenes de sus superiores, decide salvar la vida a un niño en detrimento de la de un importante político al que sus compañeros instan a ayudar antes a pesar de haber sido ingresado posteriormente. Tenma no cree en los favoritismos y consigue salvar la vida del niño lo que, irónicamente, representa el principio del fín de su vida tal como la conoce. Nueve años después Tenma descubre que aquel niño al que salvó la vida se llama Johan y este mismo le confiesa ser el causante de toda una serie de asesinatos a lo largo del país y, como muestra, asesina a uno de sus pacientes delante él. Tenma, a raíz de este incidente, pierde su trabajo, su prometida le abandona debido a sus esperanzas de ascenso social truncadas y, lo que es peor, es acusado injustamente de los crimenes de Johan. Tenma se ve obligado a huir y en el camino toma la decisión de encontrar y detener al monstruo que ha ayudado a crear aún a costa de su vida.

La premisa de Monster es lo suficientemente sencilla y a la vez original, en su desarrollo, para mantener atrapado al lector en todo momento. Naoki Urasawa crea una obra llena de misterio y de intriga, donde muchas veces la trama no avanza, y se recrea en cada capítulo como si se tratase del último de la serie. Sus historias funcionan tanto con su protagonista como en ausencia de él y el resto de personajes recurrentes, cada cual con unos rasgos característicos físicos y psicológicos propios dotados con un gran realismo, están tan bien perfilados que es un placer para la lectura. Una lectura pausada, que se toma su tiempo, creando historias paralelas a la trama principal pero que al mismo tiempo tienen su, en ocasiones, intrincada correspondencia. Cuando llegamos al final de la historia, todo una epopeya en clave de thriller, nos sentimos decepcionados pero no por el final en sí sino porque la historia haya llegado a su final. Monster no pretende ser una historia con un nudo, un desarrollo y un desenlace claro, a pesar de seguir esa estructura, sino que lo que su autor busca es conseguir algo más difícil: dibujarnos un fresco sobe la maldad humana. Naoki Urasawa nos fórmula una tesis y nos lanza preguntas entre viñeta y viñeta que sólo tienen la respuesta que uno quiera darle. Y todo ello mientras acompañamos a los personajes por un magnífico viaje a través de la vieja europa para descubrir quién es el verdadero monstruo de esta historia.

En el caso de Pluto, por otro lado, aunque sigue unos parámetros parecidos a los de Monster es un producto totalmente diferente. El principal factor de que esto sea así es el hecho de que este nuevo proyecto de Naoki Urasawa se basa más directamente en la obra de su maestro y "padre del manga" Osamu Tezuka. Pluto es una historia futurista, con la credibilidad de una distopía, ambientada, de nuevo, en Alemania y que parte de la premisa de la legendaria serie de Astroboy en la que Osamu Tezuka llegaba a conclusiones parecidas a las de Las tres Leyes de la Robótica de Isaac Asimov (casi al mismo tiempo que este sin haber tenido referencias el uno del otro). Tomando como punto de partida el capítulo de El mejor robot sobre la faz de la Tierra de Astroboy el autor Naoki Urasawa nos cuenta la historia de Gesicht un oficial de la policia alemana -en el original de Osamu Tezuka este personaje era un médico de nombre Tenma- que resulta ser un robot encargado de capturar a un asesino que está matando tanto humanos como a robots. La trama se complica cuando algunos indicios parecen apuntar a que este asesino en serie, aunque parezca imposible, es un robot.

Pluto se sitúa en un futuro, lleno de paralelismos con el de Osamu Tezuka y también de su Monster, donde la inteligencia artificial esta consolidada y los robots viven entre los humanos con total normalidad y libre albedrío. Pese a los posibles conflictos entre estos, más propios de la convivencia que de la incompresión, la visión de este futuro se muestra en gran parte idílica y optimista muy pocas veces retratada en la ciencia-ficción cuyas sociedades perfectas siempre esconden algo detrás y resultan, a grandes rasgos, distópicas. Los guiños a Isaac Asimov, a películas como Blade Runner e incluso a El Silencio de los Corderos se encuentran a lo largo ya de sus primeros capítulos en los que Naoki Urasawa arma todo un thriller psicológico, quizá incluso más que Monster, digno de ser aplaudido. Y lo más llamativo es como, a pesar de tratar una historia con robots como protagonistas, el autor es capaz de darles vida con su trazo y conservar intacta la emotividad característica de sus obras pasadas teñidas habitualmente de ese tono melancólico y reflexivo de sus páginas. En definitiva una obra más a tener en cuenta del, como ya decimos, maestro del suspense.

2 de junio de 2009

-Crónica 27º Salón del Cómic Internacional de Barcelona-

Este año, durante las jornadas del Viernes 29 Mayo a la del 1 de Junio, se ha celebrado el 27º Salón del Cómic Internacional de Barcelona en la Fira de Barcelona de Montjuïc. En esta ocasión representantes de Om y Asociados, S.A. y El Octavo Samurai fuimos a comprobar que se cocía en este lugar de perversión y vicio. El sábado 30, a las 10.00 de la mañana, después de pagar religiosamente los 6 € del precio de la entrada, con la que se puede conseguir como cada año un cómic de regalo de esos excendentes de series que las editoriales no han llegado a vender, y hacer poco más de diez minutos de cola, entramos al recinto. Este año el Salón del Cómic era noticia especialmente por la presentación de Batman: Barcelona. El Caballero del Dragón que cuenta con el guión de Mark Waid, el dibujo del español Diego Olmos y la portada, que es lo que más ha dado de hablar, de Jim Lee. Los autores eran a su vez invitados al evento de este año junto a otras personalidades como los guionista Jim Starlin y Denis Lapière, los dibujantes Mike Mignola y Terry Dodson, o el también teórico del mundo del cómic y autor del cómic independiente Zot!, Scott McCloud, entre muchos otros.

Normalmente al Salón del Cómic de Barcelona voy en calidad de rastreador buscando cómics que faltan en mi colección o de rarezas que me llaman la atención. También es un buen momento para aprovechar y comprar algunos cómics que, ante la rebaja de precios, salen muy a cuenta y siempre esta esa obra que nunca te has comprado por ser tan cara y no estar seguro de que te vaya a gustar. Las novedades del Salón del Cómic siempre las compro antes, en mi tienda habitual, y este año han caido, entre otras, All Star Superman de Grant Morrison y Frank Quitely, el Green Arrow de Kevin Smith, la nueva edición de La Broma Asesina de Alan Moore recoloreada por Brian Bolland, lo nuevo de Naoki Urasawa que lleva por título Pluto o el último tomo de Fábulas de Bill Willingham. De momento sólo he podido leer el Pluto de Naoki Urasawa y he de decir que es un manga muy recomendable sobre todo si se conoce la obra de Osamu Tezuka y se es admirador de su Astroboy. En el Salón del Cómic acabó cayendo el Global Frequency de Warren Ellis y el segundo volumen de tiras de Nemi de Lise Myhre, además de algunas chapas y otro tipo de merchandising y El Señor de la Noche Contraataca de Frank Miller en la antigua edición de Norma por unos 11,00 € entre otras cosas.

En relación a los stands, Planeta de Agostini lo he de mencionar entre las las cosas más negativas. Algo con lo que encontré el año pasado y este, al parecer, sigue la tónica. Es el único stand que por su organización obliga al visitante a plastificar sus bolsas y posteriormente a hacer una cola, de entre 10 y 20 minutos, antes de entrar en su elitista stand. Considero que si quieren controlar los posibles hurtos lo que deberían hacer simplemente es abrir su stand como hacen Glénat o Norma y no obligar al posible comprador a esperar de esta manera. Este año, no obstante, prescindimos de curiosear en su stand por este motivo. Este tiempo lo aproveché para hacerme con dos ejemplares de Sivil Guar la divertida parodia del evento Marvel obra de XSer (alias de Sergio Ballester), uno para mí y otro para Jezabel, que el bueno de su autor me dedicó con sendos dibujos de la Gata Negra y Masacre. De esto queda constancia en el video que grabamos in situ de la jornada obra de El Octavo Samurai y que encontraréis en esta misma entrada. También podéis encontrar una divertida entrevista a XSer en Bajo la Máscara.

Entrando en el tema de las exposiciones de este año, ya que no soy muy de hacer cola por la firma de un autor, cabe destacar, para mi gusto, la de Flash Gordon con algunos originales de la mano de Alex Raymond, la exposición sobre Jim Lee con motivo del mencionado Batman: Barcelona. El Caballero del Dragón y, en otra estilo, la sección dedicada a Carlos Areces de Muchachada Nuí como ganador del premio del Salón del Cómic de 2008 con unas ilustraciones cómicas la mar de divertidas. A destacar el espacio dedicado a lo que ha dado de sí la figura del presidente de los Estados Unidos Barack Obama en relación al mundo del cómic, de las tiras periodísticas y del mundo de la publicidad más allá de ese número "histórico" compartiendo portada en la serie de Spider-man y que se ha vendido como rosquillas.


Otras exposiciones que hemos podido encontrar este año estaban decicadas, por ejemplo, a Victoria Francés, que año sí y año no acude a este evento, debido a la publicación de la su nueva obra Sasha en la que calca un poco menos que en sus anteriores trabajos. También son llamativos los espacios dedicados a Calico Electrónico o al "revival" que esta suponiendo el cómic español de la temporada: Esther y Sus Mundos de Purita Campos. Por encima de estas destacan, no obstante, las exposiciones a la obra de Pasqual Ferry otro de los ganadores de los premios del 2008 y la versada sobre Cels Piñol autor de Fanhunter.

En relación a las actividades parece que las firmas de autores han estado mejor organizadas que años anteriores aunque esto es sólo una impresión y seguramente este equivocado. El ambiente ha sido el acostumbrado, algo que me gusta respecto al Salón del Manga de Barcelona por el cual es casi imposible dar un paso, con los chicos disfrazados del stand de Planeta de Agostini en el que este año pude ver a Green Lantern, a Roscharch y a Espectro de Seda hija (la versión cinéfila de Zack Snyder) así como varios "espontáneos" de series manga como One Peace o Bleach que son los que más se animan a estas cosas. Mención a parte la famosa Legión 501 con su propio espacio lleno de troopers de todos los colores y alguna princesa Leia. Parece ser que andaba también por allí Darth Vader pero no llegué a sentir su fuerza. A estos hay que añadir stands de videojuegos y un karaoke y es que la cultura manga cada vez va teniendo más eco (que no presencia). En definitiva, lo de todos los años, porque si la fórmula funciona no hay motivo para cambiarla. Esperaremos a ver que nos puede traer el futuro 28º Salón del Cómic Internacional de Barcelona pero mientras tanto a leer muchos cómics, a soñar con viñetas y a celebrar que esta es la entrada número 50 de Om y Asociados, S.A.