1 de septiembre de 2009

-Invencible: Mi Marciano Favorito de Robert Kirkman y Ryan Ottley-

¡Atención posibilidad de spoilers cercana a lo anecdótico!

Finalmente Aleta Ediciones y Dolmen Editorial se han puesto las pilas y volvemos a tener nuestra ración de Invencible disponible en nuestras tiendas habituales. El que supone el tomo diez de la colección lleva por título Mi Marciano Favorito en referencia a la serie de televisión de la CBS de los años 70 que protagonizaban Ray Walston y Bill Bixby. De hecho, todos los títulos de los tomos recopilatorios de Invencible, si prestamos atención, son guiños a series de televisión estadounidenses más o menos conocidas por estos lares. Las clásicas comedias de risas enlatadas como Con Ocho Basta o Tres Son Multitud sirven a Robert Kirkman para indicarnos que su serie no es más que una comedia de enredo con viñetas en vez de fotogramas pero adictiva y entretenida como pocas. Especial mención para la serie Family Matters, aquí conocida como Cosas de Casa, que sirvió de título para el primer recopilatorio en Estados Unidos. Y es que además en las páginas de Invencible podemos encontrar un personaje directamente inspirado en el Carl Winslow (Reginald VelJohnson) de la serie de televisión. Aquél orondo policia de familia que sufría capítulo tras capítulo la presencia de su irritante vecino Steve Urkel (Jaleel White). Dicho personaje "interpreta" en la serie de Robert Kirkman al director de la universidad a la que asiste Mark Grayson y que aparece de nuevo en este tomo después de un tiempo de ausencia para sermonearle un poco.

Respecto al tomo ahora auspiciado por Dolmen Editorial se ha decidido mantener una edición continuista con lo que Aleta Ediciones había venido haciendo hasta ahora y en la que la única novedad es el baño de las portadas que dejan de ser mates para adquirir un tono brillante más atractivo a la vista. Dentro encontramos una nueva introducción, esta vez del propio dibujante Ryan Ottley, y los habituales extras comentados por Robert Kirkman de los anteriores tomos. En estos también participa esta vez el mencionado Ryan Ottley cuyo trabajo en la serie es simplemente para quitarse el sombrero. Su estilo cartoon, deudor de lo que ya hiciera Cory Walker en los primeros números de la serie, es cada vez más detallado y rico en matices encajando perfectamente en el tono de la serie, compenetrándose a la perfección con los guiones de Robert Kirkman y convirtiéndose en una parte importante del atractivo de estos. Por todo ello Invencible, no decimos nada nuevo, es una serie que ha recuperado el espíritu de los cómics de superhéroes de la Edad de Plata y que a la vez ha sabido actualizarse con los tiempos que corren creando un producto ligero pero entretenido y sencillo a la vez que impactante. Llegando allí donde obras como el All Star Superman de Grant Morrison y Frank Quitely sólo han intuido y superando a otras buenas propuestas, aunque más "endogámicas", como el Tom Strong del siempre magnífico Alan Moore o la reciente The Umbrella Academy de Gerard Way y Gabriel Bá.

En este tomo Robert Kirkman desarolla dos de las tramas secundarias que llevaban ya tiempo presentes en la serie y en la que apenas se habían producido avances. Una es la historia relacionada con los Reanimen, las creaciones cibernéticas del mad doctor D.A. Sinclair, que parece un guiño al también doctor Herbert West creado por H.P. Lovecraft en una serie de relatos cortos e inmortalizado por el actor Jeffrey Combs en las películas de la saga Re-Animator. Esta historia se desarrolla en los primeros números del tomo con una conclusión inquietante que permite abrir una nueva trama secundaria que se venía intuyendo en los últimos números y relacionada con el mecenas de Invencible Cecil Steadman y su Global Defense Agency que promete dar mucho juego en un futuro cercano. Esta trama enlaza directamente con la segunda parte del tomo donde Invencible y Los Guardianes de la Tierra tienen que hacer frente a una invasión alienígena marciana que no es otra que la protagonizada por los llamados calamáridos con los que el personaje ya tuvo sus primeras desavenencias en su primera visita a Marte. En este caso, estos pequeños aliens que necesitan de huéspedes a los que controlar para poder desarrollar su conciencia, su "unimente", recuerdan al imbatible enemigo de Spider-man, Venom, creado por David Michelinie y el actualmente empresario Todd McFarlane en la década de los 80.


El estilo de Robert Kirkman es por ello inconfundible y consiste siempre en coger algo ya existente y darle un nuevo enfoque y sin contar nada nuevo hacer que lo parezca por la frescura y fluidez de sus guiones. A ello contribuye, en este caso, la labor de Ryan Ottley y el color tan expresivo que imprime Bill Crabtree al conjunto. A todo esto una de las señas de indentidad de la serie es, sin duda, su colorido gore y su tratamiento de la violencia de una forma exagerada, propia a veces más de los dibujos animados o del manga que del cómic estadounidense y que, sin embargo, permite apreciar esta desde un punto de vista estético sin que por ello resulte desmedida y desagradable. Intención esta que si busca Robert Kirkman en su otra gran serie, Los Muertos Vivientes, que pese a estar dibujada en blanco y negro transmite en todo momento una gran crudeza en muchas de las imágenes plasmadas por el fantástico Charlie Adlard. Una y otra serie demuestran que Robert Kirkman es un guionista de excesos, que es participe de la sobreactuación y sabe manejarla como nadie sin caer en lo obvio y gratuito y es por ello, quizá, que sus trabajos en Marvel no hayan acabado de cuajar pues el punto de vista de este autor, aunque cada vez más comercial, surge de la independencia total de sus ideas. Una serie como Invencible, por ello, sería inconcebible en Marvel o DC.

La evolución de la serie sigue su curso y aunque su ritmo, por momentos frenético, sigue siendo el mismo del principio y su tono humorístico y alocado sigue presente es también cierto que la serie parece empezar a tomarse cada vez más en serio a sí misma. El personaje de Mark Grayson que durante muchos números pecaba de ser algo plano cada vez adquiere más complejidad a medida que empieza a comprender que su condición de superhéroe no es tan idílica como él imaginaba de primeras y sobre todo al ser consciente de las consecuencias de su trabajo en su vida privada y sentimental. Este camino es el que quiere seguir Robert Kirkman, prescindiendo de convertirse en un cómic de superhéroes épico al uso como puede parecer en algunos momentos, y se evidencia por el hecho de que, de entre toda la amalgama de personajes secundarios, sólo tienen un cierto peso específico en la trama aquellos ligados sentimentalmente al héroe como son Atom Eve, Amber o su inquebrantable madre. A su alrededor, en pequeñas pinceladas, siempre alejadas del tono más superhéroico de la serie Robert Kirkman empieza a desarrollar la historia de personajes como Robot y Monster Girl o Rex Explode que hacen más interesante el conjunto. Todo ello hace que a día de hoy aún podamos afirmar sin temor a equivocarnos que la serie tiene cuerda aún para rato y sigue siendo de lo mejor del panorama actual en el mundillo del cómic de superhéroes.


Entradas relacionadas:

Invencible -Tres son Multitud-
Los Muertos Vivientes -Creados para Sufrir-
El Asombroso Hombre-Lobo

2 comentarios:

haddock dijo...

Emulando cierto spot queme empieza a resultar pesado: ya lo sabíiiiiaaaa, ya lo sabíiiiaaaa.

Jezabel dijo...

Invencible es muy bueno, aunque yo todo me lo lea por la cara, es bueno. Pero creo que lo que todos queremos es un cómic de la madre de Invencible, hombre ya xd