

Finalmente, en 2009, Brian Michael Bendis cumplió su sueño y desde Marvel le dieron luz verde para crear una nueva serie regular de Spider-woman en la que le acompañaría en el apartado gráfico su antiguo compañero Alex Maleev con el que ya coincidió en su larga temporada en Daredevil. Antes de enrolarse en esta nueva aventura Brian Michael Bendis junto al también guionista Brian Reed, cuyo tándem ya nos ofreció en su momento el especial Los Nuevos Vengadores: Iluminati, decidieron volvernos a contar el orígen de Spider-woman a modo de introducción de lo que seria la futura serie del personaje. En el apartado gráfico encontramos a los Luna Brothers que con su dibujo simple y minimalista, carente de fondos, y una paleta de colores muy básica nos recuerdan a los trabajos de Adi Granov. Esta miniserie se acabó bautizando con el explícito título de Spider-Woman: Origin y en ella encontraremos una actualización de los orígenes de la heroína creada en 1977 por Archie Goodwin, Sal Buscema y Jim Mooney que debutó en el número #32 de la revista Marvel Spotlight de aquel mismo año.
La historia comienza al pie de la montaña Wundagore, donde los investigadores británicos Jonathan y Miriam Drew realizan estudios y experimentos genéticos para el gobierno, utilizando como cobayas arácnidos de todo tipo. Cuando por un accidente de laboratorio Miriam Drew recibe la descarga de un rayo recombinador de ADN estando embarazada todos se ponen en lo peor temiendo que el feto haya sido afectado. A pesar de ello la pequeña Jessica Drew nacerá sin rastro de ninguna malformación o mutación. No obstante, a los siete años, la pequeña comenzará a mostrar algunos signos de alteraciones genéticas que parecen predecir un desenlace fatal. Su padre asumiendo que muerte es irreversible dedice proseguir sus experimentos para al menos sacar provecho para sus investigaciones. La tragedia se acaba de desatar cuando su esposa descubre la terrible verdad al tiempo que los poderes de Jessica Drew hacen acto de presencia de manera fatal atacando a sus dos progenitores. Después de desmayarse despierta diez años más tarde en las instalaciones de la organización terrorista Hydra que tienen un objetivo claro para ella: entrenarla y adiestrarla para convertirla en su arma definitiva.

Brian Michael Bendis y Brian Reed actualizan el orígen de Spider-woman en un relato sin demasiadas florituras ni matices en el que no encontramos ni rastro del acusado decompressive storytelling del que suelen hacer gala el guionista de Invasión Secreta y Dinastía de M. El cómic puede resultar hasta cierto punto interesante para los lectores que deseen conocer algo más de la historia del personaje. Un producto entretenido y fácilmente digerible si dejamos a un lado su escasa trascendencia y la sensación de horror vacui que nos produce el dibujo de los Luna Brothers más dotados para la animación que para la narrativa de cómics. En esta ocasión Panini ha decidido editar estar miniserie dentro de su colección 100% Marvel de manera que resulta asequible para todos los bolsillos. Además desde la editorial parecen haber mejorado un poco el formato lo cual es de agradecer. Esta miniserie, en definitiva, puede ser un buen anticipo para abrir boca mientras esperamos la llegada de la nueva serie regular de la Spider-woman original del Universo Marvel y comprobar si de verdad la espera ha válido la pena.
Ver también:
Daredevil -Guionistas sin Miedo (I)-
Daredevil -Guionistas sin Mierdo (II)-
2 comentarios:
Mi teoría es que Bendis está enamorado de Jessica Drew. Su número de Civil War estuvo particularmente bueno, al igual que su papel en la saga de los vengadores (hasta que llegó secret invasion... que sigue sin convencerme).
Saludos
Pues yo le tenía muchas ganas a este tomo, pero es que el dibujo de los Luna no me gusta pero nada de nada, penita que no lo haya dibujado alguien más.
Un saludo
Publicar un comentario