28 de mayo de 2009
La SubCultura Zombie -El Muerto Viviente del Siglo XXI-
Cuando se habla de zombies es normal pensar en su génesis contemporánea que George Romero puso de moda en sus películas allá en el lejano 1968 con La noche de los Muertos Vivientes. El reflejo que en ella hacía de unos muertos devoradores de carne es la imagen que ha perdurado, apenas inalterable, en los últimos 40 años en el cine y la cultura popular de finales del siglo XX y principios del presente. Pero estos seres tienen un origen mucho más antiguo, a menudo olvidado, del que encontramos referencias en fechas anteriores a 1804 en las tradiciones de la cultura haitiana. Estas tradiciones, conectadas con la magia vudu, resultan ser una mezcla entre las creencias rituales de los esclavos negros procedentes de África y el cristianismo con el que entraron en contacto al llegar al Nuevo Mundo. Esta nueva religión les ayudo a hacerse fuertes y confabular contra los opresores franceses y conseguir la independencia del país en el ya citado año 1804. En sus orígenes un zombie no era más que una persona que mediante un ritual realizado por un sacerdote vudu queda en un estado de catalepsia, más o menos permanente, a través del cual puede ser totalmente manipulada.
En el cine la aparición de estos seres también es mucho anterior al maestro George Romero. Ya en los años 30 y hasta finales de los años 50 tuvieron cierto auge las películas de terror siendo esta una de sus primeras etapas doradas. Concretamente en el año 1932 se estrenaría la primera película que tocaba esta temática en concreto: White Zombie de Victor Halperin. Esta película, aquí conocida como La Legión de los Hombres sin Alma y con Béla Lugosi en el reparto, esta ligada al origen haitiano de los muertos vivientes. En estas primeras aproximaciones a la figura del zombie estos son presentados como victimas, no son personas malvadas sino seres que actúan bajo la influencia de poderes superiores a ellos, y no sienten ese ansia por comer carne clásica de estos seres en el cine de hoy en día. Será el mencionado George Romero quién, introduciendo estos cambios, nos ofrezca la actualización moderna que tantas horas de entretenimiento nos han provocado. Actualmente, productos como 28 Días Después o [REC], son una manera de acercarse a estos seres desde una perspectiva más humana como también han intentado, de otra manera, comedias como Zombies Party de Edgar Wright o las ya clásicas películas de los inicios de Peter Jackson.
Por otro lado ha sido una tónica a seguir el ambientar las historias sobre estos seres en nuestro presente más cercano como una metáfora, ya presente en la original La Noche de los Muertos Vivientes, sobre nuestra humanidad y nuestra búsqueda de la autodestrucción como especie. Si bien, al parecer, eso esta cambiando en los últimos tiempos: no la metáfora sino el uso de ella o, para ser concretos, "en el momento que se utiliza". En el último año las novelas sobre zombies han copado las listas de ventas, como anteriormente no había ocurrido, con títulos como Zombi: Guía de Supervivencia o Guerra Mundial Z, ambos de Max Brooks, Apocalipsis Z de Manuel Loureiro o Zombie Island de David Wellington. Pero todas estas obras son un claro ejemplo de como el fenómeno zombie ha sido hasta ahora identificado casi en un exclusivo contexto contemporáneo. Y es que el recurso del muerto viviente encaja a la perfección con la presente sociedad capitalista del consumismo y con el pánico al holocausto humano que parece acecharnos cada día, heredado ya desde el período de la Guerra Fría, y como tal se sigue manteniendo vigente.
Un par de casos, anunciados como novedades en los últimos meses, parecen venir a poner ligeramente el concepto patas arriba. La primera propuesta viene de la mano del escritor cómico Seth Grahame-Smith que ha tenido la curiosa idea de convertir la famosa novela Orgullo y Prejuicio de Jane Austen en Orgullo, Prejuicio y Zombies. La idea del autor, que afirma con sorna que Jane Austen en su obra "había dejado las pautas para una novela de zombies", es apenas modificar el texto original para introducir el elemento zombie en una novela romántica de época. Y es que al parecer la autora Jane Austen ha vuelto a ponerse de moda ya que también se ha anunciado la producción para la gran pantalla de Pride and Predator (Orgullo y Depredador). Esta película, que tomará también como partida la misma novela de la autora, introducirá en este caso al famoso personaje de ciencia-ficción y terror que tuvo su primera aparición en 1987 en la película Depredador que protagonizaba Arnold Schwarzenegger. A esto se ha de añadir que se algunos estudios están ya en negociaciones para hacerse con los derechos para adptar Orgullo, Prejuicio y Zombies.
En España no ibamos a ser menos en este aspecto y en las últimas semanas ha aparecido en internet un escrito que lleva por título La Casa de Bernarda Alba Zombi (podéis cotillearlo aquí) que en apariencia firma el mismísimo Federico García Lorca autor de la obra teatral original estrenada por primera vez en 1945 y escrita posiblemente en 1935. Esta versión "zombificada" ha sido presentada como real a raíz de una supuesta introducción de la futura publicacion de la obra por parte de la editorial Cátedra donde con todo lujo de fechas y detalles se intenta explicar la notable influencia que la película La Legión de los Hombres sin Alma produjo en el círculo intelectual del autor -formado entre otros, no lo olvidemos, por Salvador Dalí, Luis Buñuel y el "artista sin obra" Pepín Bello- y que daría como fruto una obra adelantada a su tiempo, incluso a la imaginación de George Romero, perpetrada realmente en la cabeza de Pepín Bello. Posteriormente Federico García Lorca, tomando lo escrito por Pepín Bello, retocaría la obra eliminado en el "montaje final" cualquier referencia a una posible plaga de muertos vivientes en la Península Iberica.
Todo esto sólo viene a refrendar que la figura del zombie se ha convertido en un icono de nuestro tiempo y que aún tiene mucho por decirnos a corto y largo plazo. Su carga simbólica sigue intacta y, quizás, en un tiempo donde abundan seres que antaño nos parecían temibles como son vampiros u hombres-lobo y que ahora vagan por películas de gran presupuesto, como superhéroes de turno o héroes románticos al uso, sean los únicos monstruos que siguen pareciéndonos aterradores y que consigue remover algo dentro nuestro. Más allá de la vuelta de tuerca que suponen como paradoja de la inmortalidad y la muerte. Simplemente, como decía uno de los personajes del cómic de Los Muertos Vivientes de Robert Kirkman, aún no nos hemos dado cuenta de que tal vez los muertos vivientes seamos nosotros mismos. Para finalizar, sólo una advertencia, nunca confundáis a un muerto viviente con un simple infectado. Vuestra vida puede depender de ello.
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5 comentarios:
Buen repaso a la temática zombie, Mythos!!.
Lo de Orgullo, prejuicio y zombis me ha dejado con el culo torcio, por no decir nada de Pride and Predators...
Parece de coña... o es que lo es?.
Realmente tengo curiosidad por ver Orgullo, prejuicio y zombies, no creo que sea peor que ver a doña Keira haciendo de Lizzie Bennet
No entiendo lo de Lorca. ¿esto va en serio? Tampoco me extraña. También estudié en el colegio que Plutón era un planeta, y luego na de na. Vamos, que seguro que Lorca no escribió la "Bernarda Alba". Ya dice el dicho ése: La verdad es hija del tiempo.
Adriano Meis
No, no va en serio Adriano, en el sentido de que se trata de un escrito falso elaborado por quién sabe quién. Eso sí...es un escrito falso que esta muy bien confeccionado.
Qué cachondos...:))
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