8 de febrero de 2010

-The Flash de Geoff Johns y Scott Kolins-


"
No eres un héroe para que te honren.
Se trata de usar los dones que se nos han dado
para ayudar a toda la gente que puedas"


Geoff Johns ha demostrado ser un guionista con bastantes recursos, con un concepto de las historias de superhéroes muy clásico pero a la vez actual, en el que se entremezclan los momentos más épicos de sus aventuras con el componente más humano de sus personajes. Actualmente, con su exitosa etapa en Green Lantern, sus ideas han contagiado a todo el universo DC que vive La Noche Más Oscura de todas en forma de crossover superventas. Pero antes de encargarse de la serie de Green Lantern y rescatar de la muerte con éxito a Hal Jordan en Green Lantern: Renacimiento este guionista hoy de moda ya demostró sus maneras en The Flash con un personaje con el que afirma haber crecido y con el que asumía un gran reto después de la alabada etapa de Mark Waid al frente de las historias del velocista escarlata. Geoff Johns lejos de bajar el listón ha conseguido revitalizar al personaje, hacerlo suyo y darle una señas de identidad que son muy palpables en ciertos aspectos: la renovación de la galería de villanos de Wally West, el tratamiento de los personajes secundarios de la serie y la creación de una identidad propia para la ciudad de Keystone City -marco de las aventuras de este nuevo Flash- de la que carecía hasta ahora.


Tras la marcha de Mark Waid de The Flash en DC decidieron darle una oportunidad a la por entonces promesa emergente Geoff Johns. Le ofrecieron la oportunidad de escribir un arco argumental para la serie con total libertad creativa y a modo de prueba. Geoff Johns aceptó el reto y escribió Wonderland, una historia de seis números con guiños muy poco sútiles a Alicia en el País de las Maravillas y sobre todo a A través del Espejo de Lewis Carroll, que ilustraría el español Ángel Unzueta. Aquel relato no era ni mucho menos lo mejor que Geoff Johns realizaría posteriormente con el personaje pero sentaba las bases de lo que podía ofrecer al título y en DC viendo los resultados decidieron que él sería el nuevo guionista oficial de The Flash. Siguiendo las bases establecidas por Mark Waid la etapa de Geoff Johns se sustenta sobre ella, reafirmando el trabajo de este, demostrando así su conocimiento de la historia del personaje y de la continuidad del universo. Esta primera etapa del guionista estadounidense en The Flash, personaje que ha retomado actualmente, se inició en el número #164 y se prolongó hasta el #225 de la colección donde encontramos como dibujante oficial de la serie a Scott Kolins.


Geoff Johns consigue situar a Wally West a la altura de su antecesor, su tío Barry Allen, estudiando en el camino el legado que guarda el personaje y su manera personal de afrontar su faceta superheroica. Especial mención es el tratamiento que se da a la galería de villanos clásica de Flash que se alejan del maniqueísmo de otras publicaciones para ofrecernos unos personajes interesantes y atractivos tan complejos como el propio héroe y donde destaca, sin lugar a dudas, Leonard Snart alias el Capitán Frío. Geoff Johns renueva a personajes como el Amo de los Espejos, Gorila Grodd o El Hechicero del Clima y otros personajes que dejan de ser ridículos en sus manos para convertirse en verdaderas amenazas para nuestro héroe. A esta galería clásica se añaden personajes de nuevo cuño como Chatarra, Alquitrán, Murmullo o Cicada, de aspecto más perverso y tenebroso, más vinculados con la nueva personalidad que en cada número el guionista va dando a Keystone City. Geoff Johns nos la describe como una ciudad obrera, de gente sencilla y trabajadora, que reconoce el valor de sus héroes y que tiene el espíritu de sobreponerse a los desastres más grandes. Una ciudad sufrida y curtida, con un lado oscuro, en la que encontramos la prisión de alta seguridad de Iron Heights con un alcaide que da casi más miedo que cualquiera de sus presos. Secundarios como Hunter Zolomon, la pareja de policías Fred Chyre o Jared Morillo, o la esposa del héroe, Linda Park, hacen que la historia avance y se enriquezca.

En cuanto a la acción Geoff Johns sabe como abordarla y sabe cuando dejar hablar a sus personajes tratando con naturalidad y al mismo tiempo con grandeza las cuestiones que pone sobre la mesa. Consigue así que la serie tenga más profundidad que la de un simple cómic de superhéroes abordando, mayormente, cuestiones morales que el guionista estrella de La Noche Más Oscura sabe plantearnos sin desdibujar, sino al contrario, resiguiendo los bordes del pasado del personaje. En el apartado gráfico Scott Kolins se complementa a la perfección con el tono de las historias de Geoff Johns con su estilo preciso de tendencia caricaturesca pero detallado hasta el punto de ofrecernos espectaculares momentos en casi cada página y empleándose a fondo en los primeros planos y en algunas ilustraciones a doble página que hablan por si solas. Mención a parte a las tintas de Doug Hazlewood y el color de James Sinclair que consigue elevar el dibujo de Scott Kolins a otro nivel. Después del número #200 de la colección Scott Kolins abandonará el título y encontramos como dibujante oficial en su lugar a Alberto Dose con un estilo más parco y austero, menos detallado, que viene a reflejar el cambio de rumbo en las historias de Flash que se volverán más oscuras a partir del numero #201. Cambio marcado y auspiciado por el reseteo propuesto por Dan Didio para el personaje y del que Geoff Johns consigue salir más o menos airoso.


En la edición de Planeta de Agostini de esta obra en formato "rompe-muñecas", conocido también como omnibus, recopila la primera parte de la etapa de Geoff Johns en la serie junto a Scott Kolins -también encontraremos otros números y especiales dibujados por otros autores como Ángel Unzueta, Ethan Van Sciver y Rick Burchett- en un tomo descomunal, incómodo e inncesario de 1.008 páginas a un precio de 60 €. Un producto que no está al alcance de cualquier bolsillo y menos en estos tiempos de crisis pero con los que Planeta de Agostini sigue insistiendo -debido al éxito de ventas hemos de suponer-. El cómic en cuestión, por su factura y el trabajo de sus autores, es 100 % recomendable. Un cómic especialmente apropiado para todo a aquellos que hayan disfrutado con lo que Geoff Johns ha venido haciendo con Green Lantern en los últimos años o a los que gusten de historias de corte más clásico y quieran acercarse por primera vez al personaje. Se echa de menos, no obstante, una edición más accesible y más manejable que la propuesta por Planeta de Agostini. Aunque lo que ya nadie puede poner en duda es que Geoff Johns ha conseguido situar a Flash en lo más alto, con los más grandes, y su estilo y su etapa, desde ya, es un referente para los guionistas que hayan de venir después de él.


Ver también:
-Green Lantern de Geoff Johns e Ivan Reis-

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