En la actual serie del disfuncional supregrupo de los Thunderbolts el guionista Warren Ellis nos depara todo un mosaico de personalidades obsesivas, bipolares y sin escrúpulos, el cual desemboca en un cómic lleno de acción y vísceras e incluso sangre aunque no sea de color rojo. Estos no son los Thunderbolts de antaño, eso estaba claro desde el primer número. Es una forma más realista y menos utópica de abordar a los personajes. Supervillanos trabajando para el gobierno que pretenden expiar su culpa con la sociedad, hacer realidad sus deseos (más o menos oscuros) o aceptar su condición. Y siempre hay un par de elementos que no comulgan con eso de la redención.
Estamos hablando de un grupo comandado por Norman Osborn, alias el Duende Verde, cuyos rasgos paranoides y esquizofrénicos son perfectamente retratados por Warren Ellis y cuya facción, por obra y gracia de Mike Deodato, es la del actor Tommy Lee Jones. Esa es una de las curiosidades del trazo de Mike Deodato, su interés por tomar modelos para sus personajes extraídos de la cultura popular que pueden ser más o menos reconocidos por el lector. Aunque puede ser, a la larga, un recurso repetitivo que contrasta con su trabajo fuera de los primeros planos que no llega a estar a la altura del resto de su trabajo donde abundan las líneas poco definidas y sucias. Su versión de Venom, sin ir más lejos, es llamativa por su presencia física pero no por ello resulta atractiva. Nadie ha vuelto a dibujar a este personaje como John Romitta Jr.
La rebelión interna en el grupo y las conspiraciones están servidas pero lo que sostiene el cómic es la buena labor de Warren Ellis para presentarnos los egos desbordados de los personajes. Tenemos un cómic ameno pero que sabe a poco pese a que su tratamiento es excelente tanto en las escenas de acción como en los diálogos. Warren Ellis demuestra que no hay personajes malos sino buenos guionistas y sabe hacer interesantes, es más, sabe dotar a estos de una profundidad pasmosa en sólo unas viñetas, a pesar de que carguen con nombres tan poco agraciados o risibles como Hombre Radiactivo, Pájaro Cantor o El Espadachín. Mención a parte para el trabajo de Marko Djudjevic con las portadas de la serie que merece todas las alabanzas posibles.
1 comentario:
Lo cierto es que Ellis ha hecho lo que le ha venido en gana con esta serie en donde el argumento (que no está precisamente trabajado) no parece ser lo más importante sino que lo son las idas de olla de los personajes, sus frases molonas y los momentos impactantes. En cualquier otro caso yo ya habría dejado de leer el cómic hace tiempo pero Ellis me puede y es que... es tan divertido ver a tanta gente loca junta en un tebeo!!! :D Yo me lo estoy pasando en grande con su etapa y Deodato se trabaja las páginas que es una maravilla. Lo que no sé es qué nos deparará el futuro de la serie tras la marcha de estos dos porque los adelantos que he ido viendo lo cierto es que no me convencen mucho ni por dibujo ni por guión. Habrá que ver si el nuevo y, aparentemente, definitivo equipo creativo de la serie, que toma el cargo tras el arco argumental que tiene que ver con invasión secreta, merece la pena.
SaludOs desde la nevera ;P
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