
Avatar es la historia de Jake Sully, marine de los Estados Unidos parapléjico, reclutado después de la muerte de su hermano para el proyecto Avatar llevado a cabo en Pandora una de las lunas del planeta Polythemis donde existe una raza de seres evolucionados y de costumbres totémicas que se hacen llamar Na´vi. Los humanos destinados al planeta tienen el objetivo de hacerse con un mineral de precio incalculable que se encuentra, justamente, bajo el poblado de los Na´vi. La diplomacia, hasta ahora, ha sido inútil debido a sus diferentes y encontradas visiones de la vida y de su mundo y las dos facciones se encuentran en las postrimerías de una guerra. Para evitar esto último el equipo científico de la Dra. Grace Augustine que forma parte de la expedición ha desarrollado una importante tecnología para transferir la conciencia humana a unos cuerpos huéspedes Na´vi desarrollados a través de la ingeniería genética (los avatares que dan nombre a la película) y de esta manera comunicarse con la raza alienígena de piel azul. Jake Sully será uno de los miembros del equipo que experimentará lo que supone convertirse en un Na´vi sobretodo después de conocer accidentalmente a Neytiri, la princesa del pueblo Na´vi, que le enseñará las costumbres y tradiciones de su comunidad. Poco a poco Jake Sully empezará a conocer el fantástico mundo de Neytiri y a ganarse el corazón de esta hasta verse atrapado y dividido entre dos mundos que están a punto de entrar en colisión.


Dicho esto Avatar no es la revolucionaria película que se nos ha querido vender, ni siquiera en su aspecto visual, pues su tratamiento 3D no resulta esencial para ver la película en su máxima plenitud, es más pierde matices como el color, ni la técnica en sí muestras recursos aplicados a la narrativa ni esta difiere en casi nada de lo que hemos podido ver en otras películas estrenadas con este sistema. Sólo en ciertas escenas claves, normalmente intrascendentes en la trama de la película, se puede apreciar bien el efecto 3D en contra del que también juega la larga duración del metraje para una película de estas características y al acostumbrarse el ojo humano a lo que esta viendo. La película se enreda en algunas partes de la trama que se alargan en exceso y que sólo sirven para reafirmar el mensaje ecoactivista aunque, por otro lado, el tratamiento de los personajes esta bien llevado y la banda sonora de James Horner es lo bastante efectiva para mantener nuestra atención en la historia. Los efectos especiales son, por supuesto, una parte destacable de la producción y se agradece que James Cameron los utilice no solamente para apabullarnos sino que en este caso se encuentran, salvo excepciones, al servicio de la historia. Los efectos especiales, en definitiva, son un punto y a parte en los visto hasta ahora en el cine pero no lo parecen tanto por su estética y su diseño. No se puede dejar de tener la sensación de encontrarnos, en ocasiones y como ya hemos dicho anteriormente, ante un videojuego o una película de animación en la línea de Robert Zemeckis siendo en Avatar más interesante la parte "más humana" que la que recrea en su plenitud el mundo de Pandora.

Por otro lado, en una película de estas carasterísticas, tan retocada digitalmente, es difícil hablar de las interpretaciones de su reparto de actores que en Avatar presenta nombres como Sam Worthington (Jake Sully), Zoë Saldaña (Neytiri), Sigourney Weaver (Dra. Grace Augustine), Stephen Lang (Coronel Quaritch) o Michelle Rodríguez (Trudy Chacon). Podemos apreciar en esta películas varias muestras de los personajes femeninos que a James Cameron gusta de utilizar en sus películas: mujeres fuertes, decididas y con convicciones. Y, como protagonista principal, el australiano Sam Worthington que poco a poco, después de haber participado en Terminator Salvation y con el remake del clásico Furia de Titanes pendiente de ser estrenado el próximo año, comienza a hacerse un hueco entre los actores más cotizados del panorama actual. No obstante, en Avatar, los personajes de Zoë Saldaña, Sigourney Weaver o Stephen Lang, que como el Coronel Quarith a la postre resulta el personaje más carismático de la película, le comen bastante terreno. De momento Avatar ha sido nominada ya a las categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Banda Sonora y Mejor Canción Original en los Globos de Oro lo cual supone ya un cierto reconocimiento de la industria a la nueva "hazaña" de James Cameron que, posiblemente, valoremos mejor en unos años pues de momento no tenemos la impresión de que el futuro haya llegado a nosotros.
Ver también:
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Dedicado a Jezabel
que a pesar de cumplir años
sigue tan piquiñita como siempre.