18 de noviembre de 2009

-1602 de Neil Gaiman y Andy Kubert-

"He vivido casi diecisiete años. Mañana moriré.
Y eso es lo que más me duele: que moriré en el suelo.

Que jamás volveré a surcar los cielos, a bailar, a reír, a volar..."

Neil Gaiman, guionista y escritor ampliamente reconocido por su obra The Sandman, suele ser una garantía de calidad por su habilidad para contar historias llenas de magia, de mundos oníricos y de personajes increíbles y carismáticos. Su prosa nunca pierde un ápice de calidad al ser trasladada a viñetas sino, al contrario, sabe siempre sacar provecho de sus ideas plasmándolas de forma excelente y con la habilidad necesaria para saber resaltar las virtudes de los dibujantes con los que trabaja. Uno de sus trabajos más llamativos de los últimos años, aunque quizá de los menos personales que ha realizado hasta la fecha, fue la miniserie de ocho números con el críptico nombre de 1602 para la editorial Marvel. Un trabajo que Neil Gaiman realizó en su momento para poder sufragar el gasto judicial que estaba suponiendo su demanda contra Todd McFarlane por los derechos de Miracleman y de algunos de sus personajes creados para la serie Spawn de los que el editor y empresario de Image Comics prescindió de pagarle sus correspondientes royalties. Fue en ese momento cuando Joe Quesada, aprovechando la situación, le propuso a Neil Gaiman crear una serie fuera de continuidad para la también llamada Casa de las Ideas. El resultado fue 1602, un "cómic de época" con los personajes Marvel más iconicos como protagonistas absolutos, junto al dibujante Andy Kubert y el colorista Richard Isanove.

¿Qué hubiese pasado si los héroes más conocidos de Marvel hubiesen protagonizado sus historias hace más de 400 años atrás en el tiempo? La historia se sitúa durante los últimos años del reinado de Isabel I en Inglaterra. En un mundo de nuevas oportunidades y de malos presagios algunas cosas extrañas están empezando a ocurrir mientras la Inquisición de la Iglesia Católica sigue empeñada en su persecución de los "nacido brujos". La reina asesorada por el jefe de sus espías Sir Nicholas Furia y por su Maestro de Botica, el Dr. Stephen Extraño, decide poner a buen recaudo un misterioso objeto procedente de la ciudad santa de Jerusalén que podría ser peligroso de caer en malas manos. Sir Nicholas Furia encomienda la misión a uno de sus mejores agentes: Matthew Murdoch un juglar irlandés invidente con destacables habilidades físicas y un carácter muy peculiar. El misterioso objeto, no obstante, ya ha conseguido llamar la atención de ciertas fuerzas oscuras encarnadas por el Conde Otto Von Muerte apodado El Hermoso que intentará conseguirlo a toda costa. En esta ya de por sí compleja trama se verá envuelta una joven llamada Virginia Dare y su entregado y fiel protector Rojhaz recién llegados a Inglaterra desde la colonia de Roanoke en el Nuevo Mundo.

1602 es una historia que funciona como homenaje a la época dorada de la editorial que en los años 60 vivía su etapa más prolífica de la mano de Stan Lee, Jack Kirby o Steve Dikto y con la creación de algunos de sus personajes más representativos de todos los tiempos como son Los Cuatro Fantásticos, Spider-man, los X-men, Hulk o Thor. Son estos personajes fundadores del llamado Universo Marvel, con la gran excepción de Ironman, los que encontremos en la historia en detrimento de algunas creaciones más contemporáneas de la misma editorial. El autor de origen inglés con su habitual sutileza y depurada narrativa caracteriza a los personajes acorde con la época, trasladando el ámbito geográfico norteamericano habitual de los cómics Marvel a la Inglaterra del siglo XVII, en lo que acaba resultando un entretenido juego para el lector que, por supuesto, no pretende seguir una rigurosidad histórica. Confabulando a su favor los lápices de Andy Kubert, sin entintar y coloreados digitalmente por Richard Isanove, consiguen una estética similar a la de algunos grabados antiguos lo cual resulta una presencia perfecta para la serie que se traduce en una ambientación de auténtico lujo. Algo similar a lo que Andy Kubert ya propuso en el ya clásico Lobezno: Origen junto al guionista Paul Jenkins en 2001 pero llevado a otro nivel.
"Quería escribir un cómic con la misma sensación de ligereza, y de pertenecer a un mundo recién nacido, que había visto en aquellas primeras historias de los cómics Marvel. Escribir algo que no fuera un pastiche, pero que tanto Stan Lee como Jack Kirby o Steve Ditko hubieran reconocido"

Neil Gaiman sobre 1602

La trama que plantea Neil Gaiman está bien llevada y aunque tal vez no sea de sus mejores trabajos, ni el más redondo ni el más imaginativo, sí conserva su sello y su estilo propio que la convierten de por sí en una entretenida historia de ágil y disfrutable lectura. El punto de partida no es del todo original, Neil Gaiman remarcó el hecho de que para él no se trataba de un Wath If o un Elseworlds, pero es de alabar el trabajo del guionista inglés para saber buscar la profundidad de una historia en la que muchos otros autores habrían naufragado sin siquiera atisbar la orilla. Prueba de ello son las posteriores secuelas o spin-offs del mundo ideado por Neil Gaiman que intentaron explotar el concepto ya establecido por él y que no gozaron del éxito de esta primera miniserie ni atesoraban, por descontado, la calidad y potencial de la obra original. Ni 1602: Un Nuevo Mundo guionizada por Greg Pak y dibujada por Greg Tocchini ni 1602: Fantastick Four escrita por Peter David e ilustrada por Pascal Alixe consiguen transmitir el espíritu que intentaba imprimir Neil Gaiman a la serie y caen en demasiados tópicos y recursos fáciles que convierten estas secuelas en simples anécdotas del todo prescindibles.

En nuestro país 1602 ha conocido ya varias ediciones diferentes por parte de Panini lo cual nos habla algo de la popularidad y éxito de la historia. La primera de estas ediciones data de 2005 y esta formada por dos tomos recopilatorios 100% Marvel de 112 páginas con cuatro números de la serie original cadauno y que llevaban por título 1602: Donde las cosas empiezan a cambiar y 1602: Donde se planea una traición. Posteriormente, en 2006, la serie volvería a ser editada en un único tomo de 224 páginas, con bocetos de Andy Kubert y partes del guión original de Neil Gaiman como extras, siendo además una de las primeras obras que inaguraban la línea Best of Marvel Essential de la compañia. Y, finalmente, este mismo año ha vuelto a ser publicada dentro de la colección Marvel Deluxe en un tomo de 240 páginas que, de momento, parece la edición definitiva de la obra. Así es como tenemos a nuestra disposición muchas posibilidades para acercarnos a una obra que vale la pena reivindicar de un autor al que nunca conviene perderle la pista. Y es que es difícil, sino imposible, poder experimentar la sensación que debió suponer la gestación del hoy en día basto Universo Marvel allá por los lejanos años 60 pero sí de alguna manera hay una obra que haya conseguido acercarse a esa sensación, sin duda, tiene que haber sido esta.



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Dedicado a Jezabel (también en Delirio & Delicia).
Porque aunque con Neil Gaiman comprendí la magia
es a tu lado donde la siento.

4 comentarios:

charlie furilo dijo...

Coincido contigo. La leí hace tiempo cuando Panini la publicó en 2 tomos 100% Marvel, y si bien no alcanza la categoría de excelente, si que es un comic curioso por la translación de los héroes y villanos Marvel a esa época, bien dibujado y coloreado, muy entretenido y que deja un buen sabor de boca.

Jezabel dijo...

Una se va a poner a escribir un comentario, lee esta dedicatoria y no sabe que decir. Sólo que tengo mucha, mucha suerte

Osukaru dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Osukaru dijo...

La verdad es que más de una vez le he echado el ojo a 1602, pero como no tenía muy claro lo que era lo devolvía a la estantería y no me preocupaba por el tema.

Ahora que ya sé por dónde tirar seguramente sea de lo próximo que me agencie.

Bonita dedicatoria, caballero!. ^_^